La sequía acabó con los mayas

Los mayas están muy presentes este año debido a su «famosa» predicción del final del mundo, marcada en su calendario. Sin embargo, esta semana no son noticia de nuevo por ello, sino porque un estudio, publicado por «Science», proporciona nuevas respuestas a su desaparición. Y la razón encontrada por un grupo de arqueólogos y climatólogos se halla en las consecuencias del cambio climático al que fue expuesta la civilización. El laborioso trabajo, que ha durado más de tres años, «recopila y analiza datos de un abanico de 2.000 años de una cueva de estalagmitas al sur de Belice y, a través de la muestra, junto a la historia grabada en los monumentos de la ciudad de Belice, establecieron los expertos que los cambios en el clima dejaron una importante huella, con efectos a largo plazo en el crecimiento y la desintegración de la civilización precolombina», explica James Baldini, miembro del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Durham (Reino Unido).

El proyecto internacional, en el que han participado más de 18 expertos de cinco países diferentes –liderado por la Universidad de Durham (Reino Unido) y liderado por investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania (EE UU) y ETH Zurich (Suiza)– ha indagado en la cultura maya clásica, que abarca partes de México, Belice, Guatemala y Honduras, prosperó en tiempos de significativas y elevadas cantidades de precipitaciones y decayó de forma estrepitosa, cuando se sumergió en el caos en el momento en el que el clima cambió y dio paso a la sequía, según concluye el proyecto internacional.

Los mayas dejaron detallados registros históricos de su rica cultura, sofisticados sistemas políticos y la tecnología avanzada inscritos en los monumentos de piedra. Las guerras, los matrimonios entre reyes y reinas están ligadas a fechas del calendario y se correlacionan con días específicos en el calendario cristiano. Con este trabajo, intentan buscar el porqué de cómo una civilización tan avanzada a su tiempo como ésta desapareciera, y vinculan las épocas de sequía a problemas políticos y desmembramiento del imperio.

Resultados
«Nuestros hallazgos indican que el cambio climático juega un papel en la desintegración de los complejos sistemas políticos entre los mayas. Nuestros datos sugieren que el clima con ausencia de precipitaciones empujó a desencadenar batallas por el control político que contribuyeron a la inestabilidad global de la sociedad y la fragmentación y el colapso final de estos sistemas complejos», explica Douglas J. Kennett, profesor de Arqueología del Departamento de Antropología del Instituto de Medio Ambiente y Energía de la Universidad Estatal de Pennsilvania (EE UU).

Las conclusiones han tenido en cuenta, en conjunto las estalagmitas de una cueva cercana de Yok Balum (Belice) y los jeroglíficos para vincular las precipitaciones a la política. Los períodos de muchas lluvias coincidió con un aumento de la población y la creación de los centros políticos entre 300 y 660 dC. «En estos aumentaron la productividad de los sistemas agrícolas mayas y dieron lugar a un auge de la población y la sobreexplotación de recursos», apunta Baldini.

Sin embargo, desde el momento en el que el clima cambio drásticamente y dio paso a la sequía entre 660 y 1000 dC cuando se desencadenaron las revueltas políticas que dieron inicio a la decadencia. Estos hechos tuvieron de fondo una prolongada sequía entre 1020 y 1100 dC, que probablemente correspondió con las malas cosechas, la muerte, el hambre y la migración de los miembros de esta mítica población.

El modelo de estudio de este proyecto ha impulsado a los investigadores a ser más precisos en las fechas. «Nos gustaría saber si se trataba de ausencia en las lluvias de verano o si simplemente la época de lluvias se acorto de forma paulatina. Básicamente, el registro que hemos realizado en la actualidad nos puede revelar las precipitaciones acaecidas durante un año determinado, pero buscamos, en el futuro proyecto que pondremos en marcha, intentar concretar la cantidad de precipitaciones para un mes en concreto, ya que en su calendario los sucesos están así detallados y poder realizar conclusiones más exactas en cuanto a los sucesos», expone Baldini.

Mirando al futuro
Si la avanzada civilización maya desapareció por culpa de los vaivenes del clima, parece inevitable preguntarse si a la actual sociedad en la que vivimos le pueda pasar factura su huella en la meteorología. «Constituye una historia con moraleja sobre la fragilidad de nuestra estructura política actual y cabe preguntarnos: ¿Estamos en peligro de la misma manera los mayas de la época clásica estaban en peligro? No lo sé, pero sospecho que poco antes de su rápido descenso y desaparición, las elites políticas mayas estaban muy seguras de sus logros», manifiesta Bruce Winterhalder, coautor del estudio de la Universidad de California (EE UU).