Cuenca
Noelia Mota recibe el alta hospitalaria y descansa en casa
La rejoneadora Noelia Mota, tras dejar el Hospital de Málaga, habló hoy por teléfono durante su viaje a Tarancón (Cuenca) y se mostró "feliz"de volver a su hogar e ilusionada por recuperarse y "montar a caballo cuanto antes".
La amazona madrileña apenas pudo estar cinco minutos al teléfono, pues, por prescripción médica, "debe guardar alto reposo de momento -explicó su padre, que viajaba con ella- incluso para el habla, aún muy mermada por los veinte días que ha estado intubada en coma inducido".
No obstante, hubo tiempo suficiente para que Noelia Mota pudiera expresar que cada vez se encuentra "mejor y más animada". La conversación fue posible gracias a la mediación del padre. "Poco a poco -explicó- la vamos poniendo al corriente de todo lo que aconteció, pues no recuerda absolutamente nada de aquel día en Marbella. Todos sus recuerdos comienzan el mismo día que la despertaron en la UCI".
La propia Noelia interviene con voz pausada y muy bajita: "La primera sensación que tuve -dice- fue de cansancio, y de no saber qué había pasado, ni dónde estaba, ni cuánto tiempo llevaba allí".
La rejoneadora ha tenido el valor de ver las impactantes imágenes de su percance hace ya un mes en Marbella, algo que, según su padre, la "estremeció por los momentos tan angustiosos que se vivieron".Por último, Mota quiso dejar claro que "este percance -afirmó- no me ha mermado nada la moral, al contrario, ya estoy deseando empezar la rehabilitación".
Y tras una leve pausa continuó: "Después iré ya a entrenar de cara a la próxima temporada. 2011 lo voy a afrontar con muchísima ilusión". Noelia Mota ha sido uno de los nombres más destacados de la recién finalizada temporada en el escalafón de los rejoneadores, pues, si bien no ha pisado aún plazas importantes, este año ha cumplido el expediente con 53 festejos, y prácticamente de todos ellos ha salido a hombros.
Pero lo que estaba siendo una temporada dulce para ella se cortó en seco la tarde del pasado 26 de septiembre, cuando, a la salida de un par de banderillas en la plaza de Marbella (Málaga), perdió pie con su caballo y sufrió una aparatosa caída, que agravó la severa paliza que le propinó el novillo, de Badía Hermanos, que hizo por ella y la golpeó varias veces en la cabeza.
Inconsciente fue trasladada de urgencia al Hospital Carlos Haya de Málaga, donde, tras detectársele dos coágulos en la cabeza, los médicos determinaron inducirle un coma. Veinte días después la rejoneadora fue despertada, y hoy ha sido cuando por fin ha podido abandonar el hospital.
Ahora le queda todo el invierno para recuperarse y prepararse, para que el año que viene su nombre vuelva a sonar, como ella misma ha dicho hoy, "tanto o más que esta temporada".