El Cairo
Al menos 39 muertos en una de las jornadas más sangrientas en Siria
Al menos 39 personas murieron hoy por disparos del Ejército y las fuerzas de seguridad leales al régimen de Damasco en distintas zonas de Siria, la mayoría en la provincia de Homs, según grupos opositores.
Los denominados Comités de Coordinación Local ofrecieron este nuevo balance de víctimas, uno de los más altos de las últimas semanas, y especificaron que seis de los fallecidos son menores de edad.
El grupo opositor detalló que en Homs, uno de los principales bastiones de la oposición y objeto de una fuerte represión por parte del régimen de Bachar al Asad, perecieron 16 personas.
Homs sufre un duro asedio de las tropas gubernamentales desde hace semanas, que se ha incrementado en los últimos días, lo que ha llevado a la oposición siria a pedir a la comunidad internacional que decrete la ciudad "zona de desastre"para enviar ayuda humanitaria urgente.
La otra zona principalmente afectada por la ofensiva de hoy fue la provincia septentrional de Idleb, donde, según los Comités, murieron diez personas y se produjeron intensos disparos en los alrededores de la localidad de Maarat al Numan.
En esa zona, el también opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) indicó que tiene información no confirmada de una posible emboscada de supuestos desertores a un convoy militar, que habría causado decenas de víctimas del Ejército, entre muertos y heridos.
El OSDH también informó de que al este de la ciudad de Deir el Zur murió un oficial y un soldado del ejercito sirio y otros cinco resultaron heridos en choques con hombres armados que se cree son disidentes. También se produjeron combates entre militares y supuestos desertores en la localidad de Harsata, en los alrededores de Damasco.
Además, según los Comités seis personas perecieron en Hama (centro) y otras tres en la provincia meridional de Deraa, donde las fuerzas del orden habrían disparado contra los civiles que regresaban de los funerales de las tres víctimas de la víspera en Enjel.
En el barrio damasceno de Berza, el régimen reforzó la seguridad y lanzó una amplia campaña de arrestos indiscriminados, después de que el miércoles fueran asesinadas seis personas, la mayoría durante el funeral de un opositor.
La violencia prosigue en Siria pese a que el pasado 2 de noviembre las autoridades del país se comprometieron a poner en marcha una propuesta de la Liga Árabe encaminada a frenar la crisis que ensangrenta el país desde el pasado marzo.
El plan exige detener todo tipo de violencia, el repliegue de las fuerzas armadas y la liberación de aquellos detenidos durante las protestas, que no hayan cometido crímenes.
Desde siete meses, Siria es escenario de revueltas populares contra el régimen de Al Asad que han causado la muerte de más de 3.500 personas, según las últimas cifras difundidas por Naciones Unidas.
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