Brote de legionela

Empulgados

A pesar de haberlo negado durante varios días y de rechazar las voces de los comerciantes que les acusaban de sucios, ayer los «indignados» lo reconocieron: «Las condiciones de salubridad ya no existen en el campamento». Eran las palabras de uno de los miembros de la Comisión de Sanidad, encargados de atender a los que pasan por la enfermería.

El campamento de los «indignados» se ha convertido en un foco de pulgas y chinches, las cuales ya han afectado a uno de los quiosqueros de la plaza.
El campamento de los «indignados» se ha convertido en un foco de pulgas y chinches, las cuales ya han afectado a uno de los quiosqueros de la plaza.larazon

«No hay higiene básica; no tenemos ni agua ni jabón». Aun así no se rinden y están intentado desinfectar la plaza con zotal. Además, explicaron que algunos mendigos se acercan hasta allí para que les atiendan. «Hemos tenido que cerrar una de las enfermerías porque no dábamos abasto, somos muy pocos, necesitamos más voluntarios». También se quejaron de que se han producido muchos robos de medicinas y han optado por donarlas a una ONG.

La primera víctima de la insalubridad de la plaza fue un quiosquero de la Puerta del Sol, que afirmó que la suciedad del campamento había provocado la proliferación de chinches y pulgas y que tenía todo el cuerpo lleno de picaduras. Después de 17 días acampados, lo raro es que no hayan aparecido antes. Aunque se hayan empeñado en barrer la plaza y en reciclar la basura, no ha sido suficiente.

Tanto las fuertes lluvias que han mojado los colchones y las mantas que usaban para dormir, como las altas temperaturas posteriores, pueden haber sido la causa de este brote. Algo que se podría haber evitado si los servicios municipales de limpieza hubieran actuado con normalidad.