Estocolmo

Personajes colaterales VIP

La Razón
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De los personajes colaterales de las distintas ceremonias de los Nobel, me ha resultado fascinante Genoveva Casanova, joven y bella y en primer plano como familiar colateral de Vargas Llosa. Don Mario ha sido indudablemente la figura estelar de los Nobel de este año. El novelista, además de buen «escribidor», es personaje, por tanto era el más conocido a nivel mediático. El único que le hubiese hecho sombra habría sido el chino Liu Xiaobo, pero todos conocen que la gran potencia del Oriente no quiere opositores. Además, sabe que por muchas condenas que realicen las grandes potencias occidentales, éstas mismas ya le dieron hace tiempo una especie de Nobel de la economía. El negocio a corto y largo plazo está allí, entre Shangai y Pekín, y qué duda cabe de que éste es el mejor antídoto contra sarpullidos debido a los derechos humanos. Otra vez me he perdido en jardines ajenos. Estamos con Vargas Llosa y familia y con la aparición como parte de la misma de Genoveva Casanova. Lo hizo en plan estelar, como pareja de Gonzalo, el hijo del Nobel. Para que no quedara duda de su posición, llegó con un vestuario digno de una «star» de Hollywood a punto de Oscar. Para el frío, chaquetón de zorrón, perdón, de zorro rojo como las llamas del infierno, abrigo de visón blanco, no hasta los pies, arrastrando literalmente por las nevadas calles de Estocolmo. La mexicana tuvo su primer contacto con la fama en España, en la rueda de prensa en la que Cayetano presentó a sus mellizos. En la misma, Genoveva estuvo de Belinda, sin abrir la boca. El jinete no habló ni de amor ni de boda. Genoveva, con tiempo y paciencia, dio el salto a Madrid, primero Liria y luego casa propia. Enseguida se convirtió en una grande de los reportajes en «¡Hola!». Ya se sabe: de esto a diseñar joyas hay un escalón. El problema para las firmas que contratan es que el personaje, además de cobrar, quiera diseñar. Boda de tronío en Sevilla, título y divorcio. Breve romance con Luis Miguel, que no duró dos primaveras. El capítulo final no puede ser más glorioso, Genoveva «superstar» de premio Nobel. Ya saben, armas de mujer.