La Iglesia se adapta a la crisis: más ayudas y menos salarios

valencia- La Iglesia valenciana no es ajena a la situación económica y ha tenido, como todos, que ajustarse a la crisis. Sin embargo, sí es un ejemplo a seguir. Gasta sólo lo que ingresa, destina más presupuesto a lo más relevante y se suma a las políticas de austeridad en lo «superfluo».
Según datos de la Diócesis, en 2010, la Administración central del Arzobispado no gastó ni euro más de lo tenía. Ingresó más de 11.500 euros, casi un 4 por ciento más que durante el año 2009. Este aumento se debe, principalmente, a que los fieles incrementaron sus aportaciones voluntarias en más de un 3 por ciento y a que la asignación tributaria también fue mayor.

En cuanto a los gastos, la Iglesia recortó en la mayoría de las partidas, incluyendo los capítulos tradicionalmente más cuantiosos: los relacionados con el mantenimiento del personal y del patrimonio. Donde no quiso apretarse el cinturón, fue en la clásica labor de ayudar al más necesitado. La prestación económica dedicada a actividades asistenciales aumentó más de un 31 por ciento, pasando de casi 190.000 euros en 2009 a 250.000 en 2010.

En esta línea, el Arzobispado disminuyó tanto las retribuciones del clero, como las del personal no religioso. Así, los empleados vieron como la cuantía destinada a sus salarios bajó más de un 4 por ciento. Los sacerdotes y religiosos no fueron una excepción y el recorte se tradujo en una bajada del 1,08 por ciento.

Colecta para «llegar a todos»
Conscientes de la situación, las parroquias valencianas organizarán el próximo domingo una colecta especial para hacer frente a sus gastos. En 2010, la recaudación por el Día de la Diócesis fue de casi 216.000 euros.