España

Uno de cada tres españoles expulsaría a inmigrantes en paro

La inmigración ha dejado de ocupar los primeros puestos de la lista de los asuntos que más preocupan a los españoles. Y no sólo eso, en un momento como el actual, la crisis no ha aumentado la xenofobia

DESCARGUE EL GRÁFICO COMPLETO EN CONTENIDOS RELACIONADOS
DESCARGUE EL GRÁFICO COMPLETO EN CONTENIDOS RELACIONADOSlarazon

Es más, España es, sobre todo, un país acogedor, ya que la inmensa mayoría de ciudadanos (entre el 70 y el 90%) piensa que los extranjeros que vienen a trabajar a España deben tener derecho a una asistencia sanitaria gratuita, a un puesto de trabajo en igualdad de condiciones que los españoles, a cobrar un subsidio, a obtener la nacionalidad y hasta a votar en unas elecciones. Es la cara amable de una encuesta de la Fundación Bertelsmann presentada ayer en Madrid que lleva por título «La percepción de los españoles sobre la diversidad y la inmigración».

Ahora bien, cuando la pregunta es qué hacer con los extranjeros que se encuentran en desempleo, uno de cada tres españoles sería partidario de su expulsión cuando «se queda en el paro durante mucho tiempo». Y sigue predominando la idea de que el número de extranjeros que residen en España es «elevado». Así lo cree, al menos, el 67% de los encuestados. Incluso casi la mitad de la población (el 48%) opina que «los inmigrantes reciben del Estado más de lo que aportan».

Pero sin duda el aspecto más negativo que revela la encuesta es la asociación de inmigración con delincuencia, una cuestión no superada por la opinión pública y que, según Fernando Vallespín, director de la encuesta y catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid «es errónea».

Lo que está claro es que la inmigración, como todo, tiene aspectos positivos y negativos. Entre lo positivo, los españoles destacan que aportan variedad cultural, hacen trabajos que los españoles no quieren, aumentan la natalidad, contribuyen al desarrollo económico del país y aportan mano de obra. Mientras que los aspectos más negativos que destacan de sus nuevos «vecinos» son la inseguridad ciudadana, la falta de integración y el hecho de que no se adapten a nuestras costumbres, el aumento del paro y la llegada de extranjeros que tratan de entrar a nuestro país de manera ilegal.

Jefe y yerno

Estos resultados contrastan con otras situaciones que los españoles aceptarían por amplia mayoría. Es decir, veríamos con muy buenos ojos vivir en el mismo bloque que un inmigrante, alquilarle un piso, trabajar o estudiar con él, que sea nuestro propio jefe, que nuestros hijos lleven a casa a amigos inmigrantes y que se casen con ellos.

La cosa cambia cuando un español se plantea obtener plaza para que su hijo estudie en el colegio que desea. El 64 por ciento considera que «los españoles deberían tener preferencia a la hora de elegir el centro de sus hijos». Y es que en el terreno educativo el 43 por ciento considera que, a igualdad de ingresos, «se da más ayudas escolares a los inmigrantes que a los españoles».

Lo sorprendente, y en contra de la idea generalizada, es que la encuesta ponga de manifiesto que el 53% crea que la calidad de la educación no empeora en los centros donde hay muchos hijos de inmigrantes y el 71% estaría de acuerdo con la idea de que la Administración debería invertir más recursos para que la calidad no empeore en aquellos colegios donde se concentran muchos hijos de foráneos.

La encuesta concluye que existe un «mayor escepticismo, respecto a años anteriores, en lo relativo a la tolerancia hacia formas culturales de algún sector de los inmigrantes que puedan ir en contra de los valores y costumbres propios del país».

Es por este detalle por el que «se marcaría una tendencia que comenzó a extenderse por toda Europa y que no había llegado todavía a España». Según Vallespín, el estudio también concluye que «los españoles están en contra del modelo multicultural, es decir, de que coexistan diversas culturas en compartimentos estancos sin que haya ninguna relación, y prefieren un modelo en el que se interactúe con las culturas, pero con el matiz de preservar las pautas culturales de la mayoría». No obstante, Vallespín cree que la ambivalencia de opiniones que refleja la encuesta demuestra que «la opinión en contra de la inmigración sigue oculta».



Poca xenofobia
89% de ciudadanos está a favor de que las personas vivan y trabajen en cualquier país.
91% de españoles cree que los foráneos deberían tener asistencia sanitaria gratuita.
73% opina que la presencia de hijos de inmigrantes en las aulas enriquece.
72% aceptaría vivir en el mismo barrio que muchos inmigrantes y en el mismo bloque.
53% cree que la educación no es peor en aulas con muchos hijos de extranjeros.