Berlín
El BCE se alinea con Alemania y exige un urgente pacto fiscal
Draghi prepara otra bajada de tipos como revulsivo
Con cada día que pasa, queda menos espacio para evitar el desastre, y las incógnitas se van despejando respecto a la hoja de ruta que la UE prepara entre bambalinas para salir de la crisis. Y en todo este complicado puzle, la pieza central pasa por ser el Banco Central Europeo. Por eso, los dirigentes europeos y los analistas estuvieron ayer pendientes de las palabras, y los mensajes que ocultaban, de su presidente Mario Draghi.
El italiano, que compareció ante el Parlamento Europeo, quiso dejar clara una idea: el elemento más importante para estabilizar los mercados es un nuevo «pacto fiscal». De esta manera, el presidente del BCE, bautizado como el más alemán de los italianos, se alinea con las tesis de Merkel que, desde el agravamiento de la crisis en la eurozona, se opone a dar un cheque en blanco a las economías bajo presión a través de compras masivas de su deuda soberana y apuesta por una mayor disciplina fiscal en la zona euro.
Draghi, como ya ha hecho desde que tomara posesión este mes, volvió a recordar que la compra de bonos en los mercados es «limitada», aunque añadió que de llegar este pacto fiscal, que preparan entre Berlín, París y Bruselas, «otros elementos podrían seguir, pero de una manera secuencial». Esta coletilla, dentro del críptico lenguaje de los responsables del BCE, sugiere que la postura de Fránkfort respecto a intervenir en los mercados para apoyar a las economías que estén cumpliendo con los ajustes fiscales y las reformas, tal y como ha pedido el nuevo Gobierno del PP, empieza a ablandarse.
Este cambio de sintonía es paralelo a los movimientos que en la trastienda también se perciben en el Gobierno de Angela Merkel, que estaría dispuesta a flexibilizar su oposición a las compras del BCE, tras la cumbre del 9 de diciembre, si los socios del euro «compran» su plan para solidificar la «Unión por la estabilidad», y que incluirá sanciones más duras para los Estados incumplidores.
Nuevas medidas
El deterioro económico, el bloqueo del sistema financiero y la desconfianza de los inversores en las economías del euro y su capacidad para salir unidas de la crisis, empieza a hacer mella en la inflexibilidad que mostradada por Merkel hasta hoy. El propio Draghi reconoció, ante los pocos eurodiputados que le siguieron en la Cámara, que «los riesgos de deterioro de la economía han aumentado». «Lo más importante es restaurar el crédito», resaltó.
Con estas palabras, el presidente del BCE parece preparar una posible rebaja de los tipos de interés tras la que ya hizo este mismo mes, dejándolos en el 1,25%. Además, como también se discute en la sede de la institución, Draghi podría anunciar este jueves una extensión de hasta dos o tres años de los préstamos a la banca europea, para darles más oxígeno ahora que el euro se juega su futuro.
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