Rajoy no falla a Camps

Valencia- Por si a alguien le quedaba alguna duda respecto al apoyo incondicional de la cúpula nacional del PP al presidente de la Generalitat valenciana y candidato (a pesar de todas las elucubraciones) a la presidencia de la Comunidad de cara a las próximas elecciones autonómicas, Francisco Camps, ayer quedó claro que sigue siendo el «hombre» del partido en esta autonomía.
Un año más, el presidente del PP, Mariano Rajoy, no quiso perderse la tradicional «mascletà» fallera en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, un espectáculo que se ha perdido en muy pocas ocasiones desde que en 1980 hiciera la «mili» en la capital del Turia.
El presidente del PP, que se reencontró con Camps después del último acto del PP en Baleares el 4 de marzo, disfrutó del espectáculo pirotécnico desde el balcón consistorial, acompañado, entre otras personalidades, por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá y el presidente de la Generalitat, quien, a pesar de que se encuentra en reposo desde el pasado lunes a causa de una hernia discal, no quiso perder la oportunidad de acompañar a Rajoy.
La lectura política del acto es más que clara: el espaldarazo que el partido le dio al candidato valenciano, para eliminar cualquier sombra de duda, es más que evidente.
Acompañados de Barberá
Camps y Barberá recibieron al líder nacional del partido en la estación provisional del AVE, y desde allí se desplazaron hasta la comisión de la falla ganadora de este año, Convento Jerusalén-Matemático Marzal, rodeados de altos cargos de la Generalitat y del PP, bajo un sol primaveral que finalmente quiso acompañar a los falleros en su fiesta.
La comitiva, en la que también se encontraban la líder de los populares catalanes, Alicia Sánchez-Camacho, y el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, tuvo importantes dificultades a la hora de rodear el monumento para contemplarlo, pues la gran afluencia de público y de periodistas creó algunos momentos de tensión.
Aunque Camps, debido a su problema de salud, se trasladó hasta el Consistorio valenciano en una furgoneta, Rajoy y Barberá prefirieron darse un paseo hasta el Ayuntamiento por la céntrica calle de San Vicente, donde recibieron aplausos de los viandantes que se congregaban por todos los rincones.
Rajoy incluso se coló en una peluquería cercana al Ayuntamiento, donde en ese momento varias chicas y mujeres estaban dándose los últimos retoques al tradicional tocado valenciano.
Después se metió hasta la misma zona donde se instalan los fuegos artificiales, donde los pirotécnicos ultimaban el disparo de la «mascletà», para conocer de primera mano los detalles del espectáculo pirotécnico.