España

Los trabajadores del PSOE aprueban el ERE acordado en la mesa negociadora

El ERE del PSOE, acordado ayer en la mesa negociadora formada por representantes de la dirección y de los comités de empresa, ha sido aprobado hoy en asamblea por los trabajadores, lo que permitirá llevar a cabo el plan de viabilidad económica diseñado con el menor impacto social posible.

Según un comunicado difundido hoy por el PSOE, el principio de acuerdo ha sido aprobado con cerca de un 70 por ciento de votos a favor en la asamblea celebrada por los trabajadores de los tres centros afectados en Madrid.

El ERE afecta a la plantilla de la estructura federal del partido, a los trabajadores de los grupos socialistas en el Congreso y el Senado y a 14 estructuras territoriales: ocho partidos autonómicos y seis provinciales.

Se incluye la prejubilación de cien trabajadores en toda España, 16 bajas voluntarias y 7 despidos con una indemnización media de 35 días por año trabajado.

Los cien prejubilados mayores de 58 años se acogerán a un programa de garantía de rentas, financiado por el propio partido, por el que percibirán entre el 68 y el 74 por ciento de su salario bruto actual.

De acuerdo con la nota de prensa, la mesa negociadora ha considerado "razonable y positivo"el principio de acuerdo y ha denunciado "la intolerable intromisión"de la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, que "filtró un informe sobre un ERE confidencial con el único objetivo de perjudicar al primer partido de la oposición".

La dirección socialista puso en marcha el pasado marzo un riguroso plan de austeridad para hacer frente a la difícil situación económica del partido, cuyos ingresos se han visto notablemente mermados tanto por los resultados electorales como por la reducción de las asignaciones a partidos políticos.

El plan ha conseguido que el 70 por ciento del ahorro se haya hecho en servicios y gastos corrientes, lo que ha permitido reducir al máximo el ajuste en el capítulo de personal.

Además, el PSOE ha logrado cumplir los dos objetivos que se marcó al comienzo de las negociaciones del ERE: alcanzar un acuerdo con los sindicatos y no aplicar la reforma laboral del Gobierno.