Perú

Turismo solidario

La Razón
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La triste noticia del fallecimiento de cuatro ciudadanas españolas que en el tiempo libre que les dejaban sus ocupaciones se habían trasladado a Perú para ayudar a personas necesitadas, evidencia que el trabajo de ayuda en el Tercer Mundo encierra toda clase de riesgos. Quizás el más evidente y el que menos se tiene en cuenta es el que ha costado la vida a las cuatro españolas: el peligro de circular por esas carreteras en mal estado.

Asimismo, el infortunio de ayer muestra al mundo la cantidad de gente dispuesta a utilizar su tiempo de ocio en labores humanitarias. Se trata de una actividad que se ha dado en llamar turismo solidario o responsable y que practican aquellos que quieren convivir y participar en el trabajo de una ONG que lleva a cabo un proyecto de cooperación sobre el terreno.

Los voluntarios se costean el viaje e, incluso, la estancia. Con el lema «Cambia sus vidas sin cambiar tus vacaciones» nació en Francia la iniciativa «Turismo solidario» con el fin de ayudar a salir de la pobreza a las comunidades de países turísticos que no disponen de un mínimo vital. Existen en destino numerosos campos de trabajo a los que acude ese turismo solidario para asumir programas que se llevan a cabo principalmente en verano y que honra a quienes lo practican.