Barcelona

La CEOE tensa la cuerda tras el 22-M

La enésima reunión que mantuvieron ayer, en la sede de la CEOE, el líder de los empresarios Juan Rosell, y los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, para cerrar la reforma de la negociación colectiva, se saldó de nuevo sin acuerdo definitivo.

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La respuesta por ambas partes volvía a ser la de siempre, el escueto «las negociaciones continúan». Aunque patronal y sindicatos decidieron ayer dar una muestra de su acercamiento y, por primera vez en todos estos meses de reuniones publicaron una foto en sus respectivas webs en la que los negociadores aparecen sonrientes. En ella se puede ver, además de a Rosell, Toxo y Méndez, al secretario general de CEOE, José María Lacasa.

Pero la última palabra la tiene hoy la Junta Directiva de la CEOE, máximo órgano de gobierno de los empresarios, que es quien tiene que aprobar o rechazar la propuesta de acuerdos alcanzados. La patronal de los empresarios aplazó hasta después de las elecciones esta junta directiva, que en un principio tenían previsto celebrar el 18 de mayo. Pero prefirieron esperar hasta después de celebrados los comicios del 22 de mayo. Y es que la victoria del Partido Popular podría favorecer los intereses de los empresarios.

Objetivos
El objetivo de la reunión de ayer de sindicatos y patronal era tratar de clarificar en qué punto se encuentra la reforma de la negociación colectiva y que los sindicatos escucharan de boca de Juan Rosell la postura mostrada por el Comité Ejecutivo de la patronal el miércoles 18 de mayo sobre el estado de la cuestión. De aquel encuentro trascendió un mayoritario rechazo de los empresarios. Según pudo saber este periódico, los 50 empresarios que constituyen el Comité Ejecutivo de la CEOE, pidieron a Rosell «que no se firmara ningún acuerdo que no contenga una reforma profunda de los convenios».

Algunos fueron incluso más allá y calificaron de «insuficiente», «inaceptable» y «esto no es lo que necesita España» el documento que, bajo el título «Estado de la situación de la reforma de la negociación colectiva», Rosell trasladó a los miembros del Comité. Salvo en el punto de las mutuas de accidentes de trabajo y la lucha contra el absentismo laboral, de este documento se desprende que después de cinco meses de negocaciones todavía persisten importantes desacuerdos con los sindicatos.

Las principales diferencias siguen estando en el tema de la flexibilidad interna (fijación de salarios, jornada laboral, etc.), la ultraactividad de los convenios y el descuelgue salarial. La patronal defiende que los salarios deben fijarse de acuerdo al objetivo de estabilidad de precios del Banco Central Europeo, situado en una inflación del 2%, y la productividad. Pero los sindicatos no quieren saber nada hasta 2013.

Sobre la flexibilidad interna, los empresarios quieren tener libertad en la modificación de las condiciones de trabajo de la plantilla, mientras que los sindicatos insisten en tener la última palabra sobre las decisiones de la compañía a través de las Comisiones Paritarias. Otro punto que no gusta a la cúpula de la CEOE es la indefinición sobre la ultraactividad, es decir, la prórroga automática de los convenios caducados cuando no haya acuerdo para su renovación.

«Pasar la pelota»
El presidente de los empresarios de Madrid (CEIM), Arturo Fernández, explicó a este periódico que «los empresarios no están dispuestos a aceptar un acuerdo de mínimos» y que antes de eso «prefieren pasar la pelota al Gobierno para que legisle». «No podemos firmar nada light en este momento político», sentenció Fernández. Precisamente ayer el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, respondía en el Senado que si el Gobierno se viera obligado a legislar no permitiría que decaiga ningún convenio en caso de bloqueo de la negociación, como piden los empresarios.

El ministro sostuvo que el «desenlace está muy próximo» y podría plasmarse «en los próximos días». Al cierre de esta edición Rosell cenaba con los siete vicepresientes de la CEOE con el objetivo de preparar la Junta Directiva de hoy. Los encuentros con los sindicatos continuarán mañana.

Empresarios
Para las empresas, en su funcionamiento diario, y para la estabilidad en el empleo de los trabajadores parece importante que puedan alterarse las regulaciones que afectan al tiempo de trabajo y a la movilidad funcional, cuando el empresario lo necesite.Los convenios deben estar vigentes hasta que finaliza su ámbito temporal. Los empresarios quieren que si la prórroga no da resultado, el convenio decaiga y deje de ser de aplicación. El empresario debe tener la posibilidad de descolgarse salarialmente cuando las circunstancias lo requieran.

Sindicatos
Los sindicatos quieren que se refuerce su legitimación en la empresa, no sólo para la negociación de los convenios colectivos, sino también para cualquier acuerdo, especificamente los de flexibilidad interna. Los sindicatos exigen que las Comisiones Paritarias (formadas por empresarios y sindicatos) intervengan en todos los ajustes de flexibilidad interna, en la ultraactividad y en la mayoría de los descuelgues. Creen que «para una mejor gestión de la negociación colectiva» se debe reforzar su interlocución en las pequeñas y medianas empresas (pymes).

Alemania aprovecha para captar ingenieros
Mientras los sindicatos y la patronal no logran ponerse de acuerdo en la negociación colectiva, Alemania aprovecha la incertidumbre del mercado laboral español para llevarse a los mejores ingenieros españoles a sus empresas. La Oficina Federal de Empleo de Alemania organizará en Madrid y Barcelona dos actos con el objetivo de captar profesionales en situación de desempleo para tres empresas germanas –dos pequeñas y una grande–. A las convocatorias acudirán cerca de 20 jóvenes ingenieros españoles seleccionados previamente por su perfil, y como requisito fundamental deberán tener un título universitario y hablar alemán. Los actos se celebrarán los días 8 y 10 del próximo mes de junio.

Los puntos de la discordia
Los empresarios quieren cambiar la jornada y aplicar movilidad funcional de forma ordinaria y extraordinaria. Pero, mientras los empresarios quieren que el proceso se agilice, los sindicatos exigen que las Comisiones Paritarias intervengan en todos los procesos de ajuste. Los sindicatos no aceptarán que haya vacío alguno cuando caduque un convenio y CEOE es partidaria de fijar un plazo máximo de vigencia tras la fecha inicialmente prevista para la misma. En cuanto a los descuelgues salariales, CEOE propone mediación, y si no la hubiera que el empresario, previo informe a los sindicatos, pueda efectuar los descuelgues. UGT y CC OO dejan la decisión a las Comisiones Paritarias. Los sindicatos quieren entrar en las pymes, a lo que se niega la CEOE.