«Fue un héroe y un rehén del socialismo soviético»

Zátopek, el corredor, el héroe, el rehén del socialismo, tiene un punto en común con Jean Echenoz, los dos tropezaron con el deporte por casualidad, casi en contra de su voluntad. El escritor francés deseaba convertir su biografía novelada de «Ravel» en una trilogía, pero no quería continuar ni con pintores, ni músicos, ni mucho menos escritores. Lo que pretendía era novelar la vida de un personaje singular lo más alejado de él que pudiese encontrar y pensó en una estrella del deporte. «Ni siquiera sabía que Zátopek era checo. Sabía que era un gran atleta, pero no conocía sus logros. Mi sorpresa fue descubrir que era un personaje muy complejo y que no se podía hablar de él sin tener en cuenta el contexto político», aseguró ayer Echenov.

Modestia y orgullo
El escritor narra en presente las andanzas de Emil, un chico de familia humilde que odia los deportes, que es torpe, que se ríe de los que lo practican, pero que, a base de correr de forma ridícula, pero más rápido que nadie, acabará por convertirse en el símbolo del stalinismo. «Es un personaje misterioso. Por un lado era modesto y poseía una dulzura natural en sus gestos, pero por el otro tenía un inmenso orgullo que le hizo ir más allá que nadie para averiguar dónde estaban sus límites», dijo Echenov.

El título del libro, «Correr», hace referencia al ansia de huir de Zátopek en cada zancada. El socialismo quiso convertirlo en la imagen de su superioridad moral, como una demostración científica de lo que eran capaces de conseguir. Pero al convertirse en símbolo, además se convirtió en esclavo y rehén del movimiento y se le controló al milímetro. Correr le dio sentido a su vida, pero también le robó la mayor parte», afirmó el escritor. Incluso después de su éxito en las Olimpiadas de Helsinki, con tres medallas de oro, cuando se le preguntó si iría a Roma 1960, fueros sus escoltas quien no le dejaron hablar y contestaron con un rotundo no. «Tenían miedo de que escapase. Casi no le dejan participar en Helsinki», comentó el escritor, que para documentarse leyó 4.000 volúmenes de la publicación «L'Equipe», de 1946 a 1957.

«Aunque he escrito una novela, no una biografía», insistió. El autor de «Cherokee» acaba de publicar en Francia su última novela, «Des eclairs» (Relámpagos), con la que cierra su trilogía sobre personajes reales. En esta ocasión sigue la pista a Nikola Tesla, el inventor y magnate croata que vivió a la sombra de Thomas Edison con sus descubrimientos en torno a la electricidad. «La verdad es que estaba completamente loco. En Estados Unidos y los países del Este de Europa es conocido, aunque en el resto nadie lo recuerda. No tiene nada que ver con Zátopek, pero es que con cada libro parece que quieras ir a una especie de contrario del anterior», señaló Echenoz. Según Jorge Herralde, Anagrama lo publicará el 13 de enero de 2012.