Atropello en el patio

barcelona- Lejos, muy lejos estaba Pepu Hernández de imaginar que Estudiantes encajaría ayer la tercera derrota más amplia de su historia en el Palau Blaugrana después del buen inicio de su equipo. Más justo sería decir del brillante comienzo de partido de Germán Gabriel, que anotó los doce primeros puntos de los del Ramiro. No fue más que un espejismo. Mickeal, con el tiempo casi a cero, situaba el definitivo 97-51 en el marcador, 46 puntos de diferencia, muy cerca de los 55 que se registraron en 1982.

Wright, -19, de récord
Lo peor para Estudiantes no fue ni siquiera el marcador, sino la falta del tradicional espíritu de lucha que siempre ha caracterizado a los colegiales y del que ayer se siguen esperando noticias. Tal fue la desidia estudiantil y su falta de orgullo, que apenas anotaron 5 puntos en el último cuarto. Tampoco lo intentaron demasiado. Quien mejor lo personalizó fue Antoine Wright, que acabó con un escalofriante -19 de valoración, récord de la ACB.

En el Barça parece que la presencia de Pau y Marc Gasol en los entrenamientos empieza a dar sus frutos, tal y como tenía planeado Chichi Creus. Boniface Ndong completó uno de los mejores partidos de su carrera, si no el mejor, y desbarató él solito todo el juego interior de Estudiantes. Acabó con 21 puntos, pero eso es lo de menos. Su compenetración con Lorbek en la zona recordó por momentos a la de Magic y Worthy en los Lakers del «showtime».

Un triple de Carlos Jiménez en el último segundo antes del descanso había dado esperanzas a Estudiantes (47-35) tras una mala primera parte. Pero el equipo colegial no compareció en la reanudación, que se asemejó más a un entrenamiento de puertas abiertas del Barça que a un partido de baloncesto. Pascual incluso aprovechó para dar unos minutos al joven Mbaye. No había rival. El Ramiro entero hizo «campana».