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Santander

Un festín sin trampa ni cartón

En el restaurante El Serbal, en Santander, el comensal contempla a un palmo cómo se cocina el steak tartar, cómo se flambea el postre o cómo se muele el café 

Un festín sin trampa ni cartón larazon

Aun paso de la Bahía de Santander, abrimos la puerta del restaurante El Serbal dispuestos a impresionar a los cinco sentidos, pero, sobre todo, a dar un homenaje al paladar. No vamos desencaminados. Tan sólo hay que cumplir dos requisitos para disfrutar al máximo de la experiencia. El primero de ellos es abandonar el reloj en casa. Aquí las prisas están prohibidas. Y el segundo es dejarse aconsejar por los profesionales que forman el equipo. Está en buenas manos. La decoración del local, en tonos cálidos, y una luz muy suave invitan a relajarse.
El paseo gastronómico empieza nada más sentarnos a la mesa. En pocos minutos aparece un enorme carro con siete tipos de pan. La decisión no es sencilla, pero cualquiera es acertada, ya que todos son totalmente artesanales y se cortan delante de nosotros. Con la carta en la mano, sigue el titubeo. No es para menos, pues sólo con leer las propuestas se hace la boca agua.
Para abrir el apetito merece la pena decantarse por la ensalada de queso con anchoas de Santoña y cebolla roja de Bedoya en témpura. Como era de esperar, el sabor de las anchoas es intenso, de esos que quedan grabados en las papilas gustativas. Otra estupenda alternativa para empezar es el arroz negro con jibiones y langostinos en témpura al suave ali-oli, una delicia para los apasionados del arroz.
Los apasionados del pescado tienen una cita con la merluza con pulpo y sofrito de tomate con cilantro, pues resulta una combinación muy suave y sabrosa. Los carnívoros no quedan defraudados con las manitas rellenas de hongos confitados y salsa de choriceros o con el cabrito en dos cocciones con crema de manzana asada y ragout de setas. Sin embargo, resulta más que recomendable arriesgarse a probar el steak tartar de ternera del Valle del Esla. El espectáculo es único, tanto para el sentido del gusto como para el de la vista, ya que el «maître» lo cocina en vivo y en directo delante del cliente.

Gran vino de la casa
Para acompañar tan suculento menú basado en la fusión de la cocina tradicional y la vanguardia, el restaurante El Serbal, miembro del Club de Calidad Cantabria Infinita, presume de una amplia bodega. Pero no hay que dar muchas vueltas a la carta de vinos para acertar, pues el caldo de la casa resulta de una calidad excelente.
El siguiente alto en el camino es el postre. Y aquí también hay hueco para la cocina en vivo. Si optamos por el plátano flambeado con crema y helado de yogur veremos cómo el fuego dora la fruta a un palmo. Pero hay más, ya que siete tipos de café aparecen en un carro y son molidos al momento. Estamos listos para una agradable sobremesa.
 

>> Dirección. C/ Andrés del Río, 7, 39004, Santander.
>> Reservas. En el teléfono 942 222 515.
>> Lo mejor. El excelente equipo profesional.
>> Más información. www.clubcalidadcantabria infinita.com