Habemus pacto por César Lumbreras

Ha costado trabajo, pero, al final, tras múltiples reuniones y unos cuantos papeles que han ido y venido entre Madrid y las capitales de las comunidades autónomas, se ha conseguido un acuerdo sobre la posición que defenderán el ministro Arias Cañete y su equipo en la recta final de las negociaciones para reformar la PAC. Esto es quizás lo más importante de todo, porque no era tarea fácil pactar esa postura. ¡Ojalá sea un precedente de cara a la negociación «hispano española», ésa que tendrá lugar una vez que en Bruselas se haya logrado un pacto entre los estados miembros y el Parlamento Europeo, en el que se dejará un amplio margen de maniobra a los primeros para aplicar en sus respectivos territorios las nuevas reglas del juego!

En España, ese proceso negociador entre Ministerio y comunidades autónomas se presenta como un asunto de alto voltaje. Pero no adelantemos acontecimientos. De momento, y según lo acordado en la conferencia sectorial de agricultura celebrada el pasado viernes, la delegación de Madrid insistirá en la necesidad de disponer de un presupuesto suficiente para esta política a partir de 2014; también pedirá flexibilidad en la aplicación de las medidas. En relación con el reverdecimiento, España cree que el 30 por ciento del presupuesto final para ayudas directas que Bruselas quiere destinar al pago verde es excesivo y, además, los requisitos para acceder al mismo no están adaptados a nuestra realidad productiva. Esta posición común se va a trasladar en los próximos días a los eurodiputados españoles, para que la utilicen en los debates en el Parlamento Europeo. Ahora sólo falta que haya suerte.