África

El Cairo

Trece muertos en un brutal choque religioso en El Cairo

La tensión reinaba ayer en el barrio cairota de Muqqatam, donde se desplegó el Ejército para evitar nuevos choques entre cristianos y musulmanes como los registrados la noche del martes con un balance de 13 muertos y 140 heridos.

Varios muertos por choques entre cristianos y musulmanes en El Cairo
Varios muertos por choques entre cristianos y musulmanes en El Cairolarazon

En la conocida como «ciudad de la basura», las huellas de los enfrentamientos eran evidentes. La entrada a esta deprimida zona de la capital egipcia, donde habitan los «zabalín», como se conoce a los recolectores de basura que son en su mayoría cristianos coptos, estaba salpicada de vehículos y viviendas calcinados.

«Prendieron fuego a varias casas, a un almacén de cartones y a dos fábricas de plásticos. Sin embargo, los hogares de los musulmanes no fueron dañados», explicaba el cristiano Milet Hosni al tiempo que señalaba los edificios que fueron pasto de las llamas. El humo y el olor a basura chamuscada aún impregnaban el aire, mientras muchos habitantes del barrio lloraban a sus muertos.


Muertos a balazos
Los accesos a Muqqatam estaban vigilados por decenas de militares, apoyados por tanques y tanquetas, que no eran bien recibidos por los cristianos, que les culpan de atacarlos anoche y no evitar los enfrentamientos. «Los matones llegaron detrás de los tanques y los militares también nos atacaron. Tenemos muertos por balazos del Ejército», se quejaba el cristiano Samaan Nasmi.

Los disturbios comenzaron cuando los coptos cortaron una autopista próxima al barrio para protestar por el incendio de una iglesia, que ardió el pasado sábado. Vecinos musulmanes del otro lado de la autopista intentaron despejarla y la batalla se generalizó. El Ejército tuvo que intervenir para separar a los dos grupos. Hubo disparos al aire, aunque algunos de los cristianos murieron por impactos de bala.

El papa copto Shenuda III instó ayer a la calma y pidió un informe sobre los incidentes. Desde la Conferencia Episcopal egipcia se afirma que hay «manos ocultas» detrás de los últimos incidentes sectarios, que, a su juicio, se deben a que «el antiguo régimen sembró la discordia entre musulmanes y cristianos para mantenerse».

De la misma opinión es el líder del movimiento Hermanos Musulmanes Mohamed Badía, quien acusa a «remanentes del antiguo régimen que buscan encender el conflicto».