El premio gordo por Ángel del Río

Ya están las papeletas vendidas para el congreso del PP de Madrid. Y todas las tiene Esperanza Aguirre, con lo que no ha lugar a la sorpresa: se llevará por tercera vez el premio gordo de la presidencia. Y si está todo vendido, ¿qué curiosidad despierta este congreso para que esté prevista la asistencia de la mayoría de los barones del PP? Puede que sea el último de Aguirre como aspirante a dirigir el partido, después de que hace unos días afirmara que cuando acabe su mandato en el la presidencia del Gobierno de la Comunidad de Madrid volverá a su antiguo trabajo como técnica de turismo. Puede ser también que los barones del PP vengan a conocer las nuevas propuestas neoliberales que contienen muchas de las ponencias que se van a debatir este fin de semana.
Aguirre llega al congreso con un espectacular resultado electoral en las autonómicas y municipales del pasado mes de mayo y en las generales en Madrid, en diciembre. Llega como la presidenta de la Comunidad que mejor ha cumplido las exigencias de déficit y la región con mejores resultados económicos dentro de la crisis. Aguirre comparece en este congreso como la «lideresa» a la que los años y la experiencia le permiten ciertas licencias, como decir públicamente lo que piensa: cuestiona el actual modelo del Estado de las autonomías, propone devolver al Gobierno central las competencias más importantes y hasta se declara dispuesta a la insumisión si el Gobierno de su propio partido le impide la contratación de profesores nativos. ¿Quién da más?