Londres
Otro lío familiar en el laborismo británico
Primero los Miliband y ahora el matrimonio Balls. El Partido Laborista ha creado una extraña y morbosa tendencia: generar tensiones familiares cada vez que se tiene que renovar un cargo.
La situación se vivió durante todo el verano cuando los hermanos más poderosos de la formación lucharon en una peculiar batalla por el liderazgo. Las filas quedaron entonces horrorizadas por la tensión que se creó entre ellos, pero, a la primera de cambio, se ha establecido un escenario muy similar para elegir al que será el nuevo responsable del Tesoro en la oposición. El puesto es uno de los más codiciados. Los «contrincantes» son el señor y la señora Balls.
La pareja quedó anoche entre los 19 candidatos elegidos para formar el llamado «gabinete en la sombra». Ninguno de los aspirantes se presentaba para un departamento específico porque es el líder quien decide las posiciones que ocupará cada uno. Sin embargo, es «vox populi» que ambos tienen en mente la misma silla.
En un principio, Ed Balls, que también luchó por el liderazgo del partido, sonaba como favorito. Durante toda una década, fue la mano derecha de Gordon Brown. Éste quiso premiarle luego con el Ministerio de Educación, pero Balls nunca ocultó su verdadera pasión. Es más, su discurso en el congreso laborista el mes pasado estuvo dedicado al déficit en vez de a los colegios.
Cooper, la más votada
Muchos compañeros daban por hecho hace sólo dos semanas que sería él quien heredara la oficina de Alistair Darling, pero en los últimos días, su mujer, Yvette Copper, se ha convertido en su rival más peligroso. Es más, ayer fue ella la candidata más votada por sus colegas dejando a su esposo el humilde tercer puesto.
A pesar de no ser tan conocida como su esposo, en los mentideros se dice que Miliband apostará finalmente por la que fue ministra de Trabajo y Pensiones. Ed, al fin y al cabo, presenta demasiadas dudas. Primero porque quiere aumentar el gasto público pese a la deuda histórica de las islas. Segundo, y más importante, porque arrastra mucho la sombra de Brown, un detalle nada atractivo para el nuevo líder laborista.
Desde que asumió el cargo, Miliband ha recalcado que no quiere recuerdos de tiempos pasados que puedan dividir al partido. Su determinación quedó clara en la primera semana, cuando se deshizo de Nick Brown, una figura estrechamente ligada al ex primer ministro. El detalle quizás pueda dar ahora alguna pista para saber por cuál podría decantarse en los próximos días. ¿Será Ed o Yvette?
Ayer se rumoreaba que si finalmente era ella quien se quedaba con el puesto del Tesoro «en la sombra», a Balls podrían ofrecerle el departamento de Negocios. Pero está por ver si aceptaría la situación de verse vencido por su propia mujer.
David Miliband decidió retirarse cuando su hermano pequeño le «robó» inesperadamente el trabajo y el escenario podría repetirse de nuevo. El cualquier caso, el partido ya no se sorprendería de que «el segundón» acabara siendo el protagonista.
De la mina a Oxford, Harvard y la London School
- Ivette Cooper nunca olvida su pasado humilde. «Soy nieta de un minero, e hija de un sindicalista, siempre se ha hablado de política en mi casa». Cooper, nacida en 1967, dice que trabajó muy duro para entrar en la Universidad de Oxford y que ya fue «suerte» la que la hizo acceder a Harvard y a la London School of Economics.
- Antes de casarse con Ed Balls en 1998, Cooper ya era miembro del Partido Laborista. De hecho, en 1997 consiguió su primer asiento como parlamentaria.
- Cooper tiene tres hijos «maravillosos» con su marido. Ellie, Joey y Maddie, por los que no ha cambiado de residencia pese a ir a diario a Londres.
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