Barcelona

Las «embajadas» catalanas no podrán actuar sin ir de la mano de España

Aunque todavía faltan algunos puntos por cerrar, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, confirmó ayer que está «a punto de anunciar un acuerdo final» con el Govern que permitirá la aprobación de los presupuestos de 2011 gracias a la abstención de los populares.

Mas y Sánchez-Camacho han tenido varias conversaciones a lo largo de los últimos días
Mas y Sánchez-Camacho han tenido varias conversaciones a lo largo de los últimos díaslarazon

Las negociaciones se cerrarán a finales de semana, pero el PP ya ha logrado compromisos muy significativos del Govern, no sólo en cuanto a limitar el gasto público mediante una ley de estabilidad presupuestaria que entrará en vigor en 2012, sino también en el sentido de redefinir el papel de las «embajadas».

El PP ha insistido durante sus conversaciones con el Govern en que las «embajadas» deben convertirse en «oficinas de promoción comercial» y también en que estas delegaciones no pueden «solapar» la acción de las embajadas españolas. Los populares lograron vencer ayer la resistencia del Govern y, finalmente, el acuerdo entre ambas partes reflejará por escrito que las delegaciones de la Generalitat deben «coordinarse» con los organismos españoles. «Para nosotros era una condición imprescindible y al final lo han aceptado», explicaron ayer fuentes del PP conocedoras del preacuerdo.

El principio de pacto que han alcanzado Govern y PP también incluirá el compromiso de aprobar una ley de estabilidad presupuestaria con efecto en 2012. También habrá un plan de racionalización del sector público, aunque las cifras y los porcentajes de reducción de empresas de la Generalitat todavía no están sellados. A todo esto, el PP quiere añadir medidas en beneficio de las pymes como desgravaciones fiscales y bonificaciones con las que pretenden estimular la generación de ocupación. El último punto del acuerdo que falta por cerrar se refiere al gasto en salud. El PP reclama quitar prioridad a intervenciones como las de cambio de sexo o las vasectomías, así como al gasto farmacéutico en píldoras del día después.

Nadie duda de que las conversaciones llegarán a buen puerto de una u otra manera. El problema es que el PP quiere que el Govern presente el pacto «en positivo» y que entierre «la amargura de un acuerdo que se ha tenido que hacer con el PP porque era la única salida». Los populares entienden que están siendo «generosos y responsables» en estas negociaciones y quieren que, a cambio, el Govern ponga en valor este comportamiento. Sánchez-Camacho, que ha tenido varias conversaciones con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, le ha reclamado que todos los dirigentes nacionalistas tengan palabras de reconocimiento al pacto en la línea de Francesc Homs y Oriol Pujol.

Tres años con Sánchez-Camacho
Alicia Sánchez-Camacho celebró ayer su tercer aniversario al frente del PP de Cataluña. El 4 de julio de 2008, Sánchez-Camacho logró imponerse con un 56 por ciento de los votos a la sorprendente Montserrat Nebrera, que obtuvo el 43 por ciento. Pocos se atrevían a imaginar que tres años después, el PP iba a disfrutar de una posición central en la política catalana, donde ha logrado un gran protagonismo a nivel autonómico y a nivel municipal en ciudades como Barcelona –donde no gobierna, pero es decisivo–, Badalona y Castelldefels.

La dirección del PP catalán hizo balance ayer de estos tres años y Sánchez-Camacho no ocultó su satisfacción porque en este tiempo ha conseguido que el PP sea un partido «normalizado y decisivo en Cataluña». La presidenta del PP catalán recordó que después de las recientes municipales su partido ha accedido al gobierno de más de 50 ayuntamientos y también ha obtenido dos vicepresidencias de la Diputación de Barcelona. En opinión de Sánchez-Camacho, estos resultados demuestran que el proceso de «renovación tranquila» que emprendió en todas las estructuras del PP catalán ha sido un éxito que augura que en la próxima Legislatura podrán gobernar en la Generalitat. Antes, sin embargo, están las generales.