Ibiza

Borja Thyssen pierde cada día más apoyos por Jesús Mariñas

Se entiende, y casi se comparte, la renovada indignación de Carmen Cervera ante el nuevo desatino de su hijo y heredero. Todo por la pasta, está claro. Cualquier evento se organiza, pacta y monta pensando en exclusivas suculentas, como esta nueva de Borja y Blanca sacando al mercado el cumpleaños de su hijo Eric, celebrado en Ibiza anteanoche. La Baronesa está que trina, como toda la Prensa desplazada a la isla al verse marginada de un acontecimiento presuntamente familiar.

 
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Y ellos, que hasta ahora recibían apoyos y consideraciones de quienes veían en mamá Tita una suegra intransigente, ahora provocan cambios de postura lógicos ante el trinque y explotación tan descarados y repetidos por la pareja. Hubo reunión con 80 personas en las afueras de Ibiza, festejo al que asistieron Arantxa Sánchez Vicario con marido e hijo, Cayetana Guillén Cuervo y Alejandra Prat, que tendrá un nuevo hijo el próximo noviembre. Todo estaba calculado y maquinado para ofrecer y cobrar una buena exclusiva montada por Susana Uribarri, que asistió sin Darek. A la misma hora, Tita almorzaba entristecida en una pizzería del centro de Ibiza con la compañía y el consuelo perennes de su íntima Leo Lozano, madrina de Borja, a la que contaba el casi patatús que le dio la tarde anterior al coincidir en una tienda del paseo marítimo con Borja y Blanca. No se saludaron, pero intercambiaron miradas asesinas. Cada vez se parece más a uno de esos culebrones hispanoamericanos que programa Neox casi en sesión continua. Confiemos en que en el reportaje del cumpleaños le pixelen la cara al niño. Lo contrario sería denunciable.

La otra isla que acapara la atención en estos días es Palma, que ayer acogió el reparto de premios correspondientes a la Copa del Rey creada hace treinta años por Perfumes Puig. Los Príncipes, que asistieron al evento, abandonaron Mallorca inmediatamente después para apurar lo que queda de agosto. Marcharon con rumbo desconocido y nos devanaremos el seso imaginando adónde habrán ido los herederos, que esta semana se han dejado ver por la isla posando para las tradicionales fotografías veraniegas. Doña Letizia incluso salió a pasear con su cuñada la Infanta Cristina para acallar de una manera gráfica los crecientes rumores de poco entendimiento con sus cuñadas.

También estuvieron en la cena oficial de la competición el jueves, donde la Princesa sorprendió con su traje de «pailletes» frente a la cómoda y más ajustada indumentaria de Doña Sofía y sus hijas.