Asturias

Expertos dicen que el FROB debería comprar la CAM para evitar el colapso

El Gobierno valenciano culpa al central y viceversa. La patronal cree que las otras cajas no han estado a la altura.

El presidente de la CAM, Modesto Crespo, en una foto de archivo durante una presentación de resultados de la caja
El presidente de la CAM, Modesto Crespo, en una foto de archivo durante una presentación de resultados de la cajalarazon

Valencia- El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (el ya tan conocido FROB), debería comprar la CAM, nombrar a un equipo profesional independiente para gestionarla, «aguantar el vendaval» y esperar a que la caja tenga un valor capital para poder transmitirla. De esta forma se evitaría «el colapso y el derrumbe» de esta entidad.

Así lo explicó ayer el decano del Colegio de Economistas de Valencia (COEV), Leopoldo Pons, durante la presentación de su libro «La economía de la crisis 2009-2011. Una revisión quincenal». Pons sostuvo que el actual equipo directivo de la entidad alicantina debería ser sustituido por otro, puesto que éste se ha demostrado que no está capacitado para gestionar la caja.

Este proceso de adquisición y nombramiento de un equipo gestor profesionalizado se podría instrumentalizar a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), una fórmula que, a su juicio, podría funcionar.

Recordó que la inyección de dinero público es la fórmula que se ha adoptado en el resto de economías avanzadas que se han visto afectadas por la crisis financiera, como la suiza, la sueca, la inglesa o la estadounidense, países en los que las entidades ya han reflotado y están devolviendo a sus gobierno las partidas invertidas para el reflotamiento.

El economista quiso lanzar un mensaje tranquilizador a los ahorradores y «cuentacorrentistas» y aseguró que el dinero de los clientes de la CAM no está en peligro.

Por su parte, el presidente de la patronal autonómica (Cierval), Rafael Ferrando, vino a decir que Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, no habían estado a la altura. Aseguró que son cajas «muy regionales» que no tenían «la visión ni los medios» para una fusión con «un grupo como la CAM».

Por su parte, el Gobierno valenciano, a través de su portavoz, Paula Sánchez de León, reiteró ayer que la entidad alicantina «ha cumplido con las exigencias del contrato de integración».

Sánchez de León, que hizo estas declaraciones antes de clausurar la terceras Jornadas de Derecho y Ciencias Políticas de la Universitat de València, sostuvo que son «otros los que no las han cumplido, aquellos que hablan de manzanas podridas».

Explicó que desde el Gobierno de la Generalitat han estado «en contacto» con el Banco de España, que es el que ha «liderado y marcado» el proceso de integración de las cajas, y reiteró su respeto por las decisiones adoptadas por los órganos de gobierno de la CAM.


Y viceversa
Por su parte, la delegada del Gobierno en la Comunitat, Ana Botella, señaló que la Generalitat es la que tiene la «responsabilidad inmediata y directa» sobre las actuaciones ocurridas «tanto sobre la CAM como sobre Bancaja». A juicio de Botella, la responsabilidad que sobre estas cajas pueda verter del Gobierno de España es «absolutamente improcedente».

La entidad, por su parte, aseguró ayer que no estaba sufriendo retirada de depósitos y destacó que sus cuotas participativas cotizan «con normalidad» en el mercado bursátil, un día después de fracasar la fusión de la entidad con las cajas de Cantabria, Asturias y Extremadura en el llamado Banco Base.

Aunque la caja intentaba aparentar normalidad, lo cierto es que algunos clientes de la caja se llevaron un buen susto al comprobar que no recibían los cobros que correspondía en el día de ayer, en la mayoría de los casos las nóminas, por tratarse del último día del mes.

Fuentes de la caja explicaron que, aunque esto se pudiera atribuir al fracaso del SIP, se trató de un «simple fallo informático» que provocó la «caída de un módulo», un problema que se solucionó en torno a las cuatro de la tarde, cuando se realizaron todos los desembolsos.


Las acciones caen en Bolsa
- Las cuotas participativas de la Caja Mediterráneo (CAM) sufrían un descenso bursátil del 2,69 por ciento, el octavo mayor de todo el mercado, un día después de fracasar la fusión de la entidad con las cajas de Cantabria, Asturias y Extremadura en el llamado Banco Base. Las cuotas participativas de la caja -valores similares a las acciones, pero sin derechos políticos- salieron a bolsa el 23 de julio de 2008 a un precio de 5,85 euros. Fue la primera caja en salir a bolsa.