Caso Bretón

Justicia insuficiente

La Razón
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Cuatro meses después de la desaparición de sus hijos, José Bretón sigue insistiendo en su versión de los hechos. De nada han servido las pesquisas policiales que parecen incriminarle, ni tampoco la existencia de esas fotografías que revelan que ni Ruth ni José estaban en su coche cuando él llegó al parque donde, según su versión, desaparecieron. Bretón, frío, inteligente y manipulador como sabemos que es, tras las pruebas que se le han realizado, insiste una y otra vez en la misma historia y su abogado la defiende. Entretanto, el juez, aduciendo riesgo de fuga, ha conseguido retenerle en la cárcel…, pero, sin pruebas suficientes ni pistas sobre el paradero de los niños ¿por cuánto tiempo?
Aterra pensar que José Bretón pueda ser culpable, que sus hijos puedan incluso estar muertos y que, si las cosas siguen como van, al final la Justicia se vea obligada a devolverle la libertad. Aunque también inquieta la remota posibilidad de que sea inocente y esté sufriendo un terrible calvario que no le corresponde. Lo cierto es que tanto para una opción como para la otra, nuestra legislación parece insuficiente. Si tal y como se sospecha, Bretón es culpable, se le podría acabar acusando de secuestro, sólo en el caso de que las fotos incriminatorias –que en principio cuentan con un 98 por ciento de fiabilidad– se sigan admitiendo como pruebas. Sin embargo, si las fotos quedaran sin validez, José Bretón podría irse de rositas. Sería espantoso si realmente fuera culpable, ¿no? Pero, ¿y si fuera inocente? ¿Y si su versión fuera finalmente cierta? ¿No sería igualmente terrorífico pensar en el infierno por el que, de no ser responsable, estaría pasando?