Berlín

Ana María Valderrama: «Hay que tocar la música clásica desmelenándose»

Profesión: violinista. Nació: en 1985, en Madrid.Por qué está aquí: ha participado en el Musical Olympus, en San Petersburgo, reunión mundial de los músicos de más talento.

Ana María Valderrama
Ana María Valderramalarazon

–Antes de nada, ¿el violín es un chelo que ha sufrido recortes?
–No, no. Para mí es el instrumento estrella, con el que mejor me comunico.
–Es la joven prodigio del violín, la talentosa, la revelación. Me imagino que eso mola un montón para ligar, ¿no?
–Estoy comprometida. Ya no ligo. Mi novio toca el piano.
–Afincada en Berlín. Ahora todos se quieren ir a Alemania...
–Yo no me fui por la crisis. Me gustaba una profesora de allí y allí me fui.
–Ha tocado con un stradivarius. ¿Mejor que tocar a Brad Pitt?
–Creo que sí. Lo toqué cuando me dieron el premio Sarasate. Fue una experiencia mágica.
–Una pancarta en la apertura del curso en la Universidad: «Políticos a la hoguera». ¿Se apunta?
–No es la solución. Y además yo no soy inquisidora.
–Miguel Bosé: «El 15-M va a tomar las riendas de este país». ¿Lo cree?
–Hay mucha gente que lo cree. Para mí no es la solución, pero es bueno que la gente se movilice... sin hogueras.
–Dice Angelina Jolie que se ve sexy cuando interpreta. ¿Usted se ve sexy cuando toca?
–Con «Carmen», sí; con Bach, no. La seguridad en uno mismo es sexy, y para salir al escenario es esencial.
–Anne-Sophie Mutter, violinista, dice: «Aunque sea tirar piedras contra mi tejado, creo que los conciertos de música clásica pueden ser aburridos».
–Totalmente de acuerdo. Yo lucho contra eso. Cuando se toca de forma aburrida, pueden ser muy aburridos.
–¿Entonces...?
–Yo creo que la música clásica hay que tocarla como el rock: desmelenándose. Hay que poner más alma. Y modernizar los conciertos.
–¿Le hubiera gustado tocar con Los Beatles o con los Rolling Stone?
–Me hubiera encantado tocar con Los Beatles.
–A Liszt le arrojaban prendas femeninas en los conciertos. ¿A usted qué...?
–Nada de prendas íntimas masculinas. Me conformo con unas rosas.
–Dicen que la mayoría de los que tienen éxito no son felices...
–No veo incompatibilidad entre el éxito y la felicidad.
–Eso será mientras el BCE no ordene lo contrario...