Paseando por Barcelona con el alcalde de Madrid

El jardín del Palau Robert de Barcelona es, a eso de las cuatro y pico de la tarde, un lugar tranquilo en mitad del bullicio de la ciudad. Por eso es normal que por allí anden jubilados solos o acompañados de sus nietos. Aunque a veces hay más gente de lo frecuente, como ayer cuando la campaña electoral de Alicia Sánchez-Camacho aterrizó en este rincón en compañía de Alberto Ruiz-Gallardón, Alberto Fernández Díaz y Ángeles Esteller.

El marco incomparable servía para hablar de propuestas de seguridad y comercio en Cataluña. La escena era contemplada con curiosidad por algún anciano sentado en su banco y preguntándose el por qué de tanta concurrencia. Cuando acabaron los cuatro ponentes su intervención en el jardín, se les acercó un responsable del Palau Robert invitándoles a ver la exposición sobre la Residencia de Estudiantes. «Ah, es un ejemplo de una institución madrileña con proyección en Cataluña», dijo Ruiz-Gallardón casi sentando cátedra. También hubo un fugaz momento para saludar a un par de abuelas que están con sus nietos, en este caso los pequeños Oriol y Laia, que parecen más interesados en la merienda que en sus nuevos amigos. Al ver la escena, Alberto Fernández aseguró a la candidata que «habría que dedicarle un monumento a las abuelas».

Se imponía un breve paseo por Rambla Cataluña. Allí Alicia Sánchez-Camacho había quedado con algunos comerciantes con ganas de explicar sus problemas. Entre cámaras, reporteros con bolígrafo en mano y la seguridad de los políticos, el grupo no pasaba desapercibido. Por eso, alguna cabeza se giró curiosa y sonó algún «¡oh, es él!», en referencia al alcalde de Madrid. El otro Alberto del grupo, Fernández Díaz, escuché que comentó a alguien que «hoy toca pasear con él. Conmigo se puede hacer todos los días por aquí».

El grupo bajó a cierta velocidad por Rambla Cataluña. Gallardón hablaba de los escaparates de la otra inminente campaña: la navideña. Por su parte, Alicia indicaba a su invitado del día que «yo vivo muy cerca de aquí, por el Paseo de Gràcia». Cuando la concurrencia llegó a la esquina con la calle Mallorca, el grupo se perdió en sus respectivos coches.