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Cataluña

Rafael Nadal: «A los nueve años descubrí que se puede informar a través de la escritura»

El autor publica mañana «Quan érem feliços», la obra con la que ganó el Pla

Rafael Nadal: «A los nueve años descubrí que se puede informar a través de la escritura»
Rafael Nadal: «A los nueve años descubrí que se puede informar a través de la escritura»larazon

BARCELONA–Mañana llega a las librerías «Quan érem feliços» (Destino), la obra con la que ganó el último Premi Josep Pla. Tras leer su libro, ¿se podía pensar que, como el verso, «cualquier tiempo pasado fue mejor»?
–No. Cuando hablo de que éramos felices me refiero más bien a la infancia, a la inocencia infantil más primaria, a esa cosa tan cercana a la naturaleza, tan despreocupada para diferenciarme de la edad adulta. Pero no lo hago porque ahora no seamos felices. La sociedad y el país han ido adelante. No hago un ejercicio de nostalgia de aquella época, pero sí de esa etapa infantil.

–¿Ha sido difícil recordar aquellos años? ¿Ha redescubierto aspectos que tenía olvidados?
–Siempre he hecho ejercicios de memoria y, por decirlo de alguna manera, he hablado conmigo mismo. Creo que desde que estuve en el internado me acostumbré a pasar muchas horas solo, dándole vueltas a las cosas que me habían pasado. Puede sonar un poco tópico, pero el tiempo acaba filtrando las cosas y te recuerda las que son realmente significativas, incluso a nivel de anécdotas y escenas concretas. Es el tiempo el que te deja lo que realmente es trascendente.

–El libro habla de imágenes, texturas, colores que difícilmente pueden hoy recuperarse, incluso en lo referente al paisaje.
–Así es. El paisaje también es protagonista. Girona ciudad y los paisajes de la costa y de campo tienen una parte importante en la obra, como también sucede con mi entorno familiar. Lo que intento es a partir de mi historia y de la de mi gente más próxima trazar un retrato de mi época, hechos, una clase social que ha ido evolucionando lenta, pero de una manera muy natural. Ha sido una evolución positiva, pero eso no quiero decir que no lo vea con un punto de nostalgia.

–A los nueve años entra en el internado, un centro con una gran importancia en «Quan érem feliços». Allí envía cartas a la Prensa. ¿Es el nacimiento de la vocación periodística?
–Sí, un poco es esa sensación de descubrir que puedes transmitir a la gente que está lejos la información de lo que te envuelve a través de la escritura. Hago algunos ejercicios, incluso para mí, aunque sea de manera infantil, más allá de la pura redacción de clase.

–Las primeras cartas se las censuran. ¿La concienciación social del niño Rafael Nadal se inicia pronto?
–Vas cogiendo sentido de lo que es la justicia y la injusticia, pero de una manera inconsciente. En este sentido, el internado es como una gran escuela porque la disciplina es muy dura y a veces los curas a veces se equivocaban, por lo que te rebelabas.


Ciclo memorístico
En 2011, Rafael Nadal publicaba su primer libro, «Els mandarins» (L'Arquer), donde retrataba a personalidades con las que pudo tener contacto. El periodista y escritor tiene intención de continuar con esta línea de trabajo, como ha demostrado en «Quan érem feliços», hasta crear un ciclo memorístico en el que sigue trabajando. En las páginas de su nueva obra el lector también puede encontrar retratos emocionantes, como el dedicado a Ernest Lluch.