Barajas

El embajador de Chávez da la nota en Barajas para avivar la polémica

 Menos de 48 horas ha tardado el Gobierno venezolano en responder a las quejas de la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, por los continuos ataques del presidente bolivariano, Hugo Chávez. El último desafío tuvo lugar ayer mismo y su protagonista no fue otro que el embajador de Venezuela en nuestro país, Isaías Rodríguez 

Venezuela dice que la Policía de Barajas maltrató a su embajador
Venezuela dice que la Policía de Barajas maltrató a su embajadorlarazon

En un intento a la desesperada por provocar un nuevo choque diplomático, acusó a la Policía de haberle «maltratado de forma verbal» en el control de pasajeros de la T1 en Barajas.

El comunicado oficial no tardó en llegar. El diplomático aseguraba haber sido recibido de forma «manifiestamente hostil y con un tono de voz irrespetuoso» por uno de los agentes que le gritó «apártese» cuando trató de enseñar su pasaporte. Es más, tras estos hechos, Rodríguez denunció que «varios policías lo rodearon y le pidieron el pasaporte», documento que estuvo en poder de los agentes «quince minutos».

Hasta aquí la versión del embajador venezolano, que dista mucho de la ofrecida por los agentes allí presentes. El relato de los policías comienza con la llegada del diplomático a la zona de control de pasajeros. En un primer momento, Rodríguez intentó eludir la fila y utilizar un acceso reservado a las tripulaciones de los aviones. Entonces, un agente se le acercó y le explicó que esa zona era reservada y debía colocarse en la cola con el resto de pasajeros. «En ningún momento se identificó como embajador», aseguró el agente, que vio cómo el diplomático se colocaba en la fila sin decir más.

Actuación premeditada

Tras unos minutos de espera, y sin razón alguna, el dignatario venezolano comenzó a elevar el tono de voz y a gritar, provocando así un gran revuelo en la fila de pasajeros. «Por favor, tranquilícese y no eleve el tono», le pidió un agente, mientras el diplomático se encaraba con él. Y entonces, y sólo entonces, fue cuando Rodríguez sacó su pasaporte y tiró de cargo. Ni siquiera enseñó su acreditación diplomática, sólo sacó su pasaporte.

Llegados a este punto, los agentes decidieron sacarlo de la fila para que pasase el control. Pero, «en ningún momento fue rodeado por 15 agentes», según reiteró la Confederación Española de Policía, que calificó lo ocurrido como una muestra más de la «voluntad de provocación» de Venezuela. Asimismo, culpó al embajador de avivar la tensión diplomática con «declaraciones gratuitas y acusaciones gravísimas».

Y mientras los agentes piden al Gobierno español que tome medidas para frenar estos ataques contra la Policía, el embajador de Chávez ya ha anunciado que presentará una queja ante el Ministerio de Exteriores.