Bruselas

Rajoy exige a Europa aplicar el pacto para estabilizar la deuda

Confirma que, a cambio, el Gobierno acometerá nuevos ajustes en julio para cumplir el déficit

Rajoy exige a Europa aplicar el pacto para estabilizar la deuda
Rajoy exige a Europa aplicar el pacto para estabilizar la deudalarazon

NAVACERRADA- Mariano Rajoy urgió ayer a sus socios europeos a aplicar con celeridad los acuerdos adoptados en la última cumbre para dar estabilidad a la eurozona y, sobre todo, a los países periféricos con más problemas con su deuda soberana. El viernes la prima de riesgo volvió a su cota más alta después de una semana en la que la música de aquel Consejo Europeo había ido apagándose bajo el ruido que, con distintos matices, ha llegado del entorno de influencia de Alemania, y de Berlín incluido. Entre esos acuerdos está la recapitalización directa de la Banca y la modificación del fondo de rescate para comprar deuda de los países con problemas. Son dos prioridades para el Gobierno español, aunque en Moncloa siguen advirtiendo fuera del circuito oficial de que el único que puede enfriar la caldera es el Banco Central Europeo (BCE), inmóvil en su inmovilismo. Rajoy utilizó la clausura del Campus FAES, en la que participó también el ex presidente José María Aznar, para exigir a Bruselas y a Alemania que se tomen en serio el resultado del Consejo Europeo. «Hemos alcanzado acuerdos importantes y buenos para Europa. Pero lo que determinará el verdadero éxito es que esas decisiones se cuajen en realidades concretas y palpables de forma ágil, rápida y efectiva a ojos de todo el mundo», sentenció. Al encuentro asistieron la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; y el diputado Ignacio Astarloa, director de Constitución e Instituciones de FAES.

La posibilidad de que esos acuerdos sigan enfriándose es una espada de Damocles que el Gobierno seguirá combatiendo en la arena diplomática. «Europa debe cumplir con la mayor celeridad posible», insistió Rajoy. A cambio, ratifica su compromiso de seguir haciendo nuevos recortes y ajustes en el gasto público para cumplir con el déficit, y confirma que esas decisiones se conocerán en los próximos días.

El presidente anticipó «decisiones que no son fáciles de adoptar» y obligadas por una «situación difícil»; decisiones «incómodas» que sabe que no le gustan a nadie «ni tampoco a los que las tienen que adoptar». Pero no adelantó ni una pista de por dónde irán esos ajustes y las próximas reformas estructurales, más allá de solemnizar que se enmarcan dentro de su «catecismo» de Gobierno: no se puede gastar lo que no se tiene; España no puede continuar sufriendo una deuda externa que representa casi su PIB; y hace falta una economía más flexible y competitiva, es decir, que reduzca los costes y «beneficie más al empresario». Esta acción interna se complementa en el ámbito exterior con la citada ofensiva para convencer a Europa de que tiene que actuar con rapidez y de que debe implementar ya las medidas para garantizar la sostenibilidad de la deuda y la financiación.

Ayer Rajoy sembró el camino para los recortes que prepara el Gobierno con su mayoría absoluta como justificación de legitimidad y que le hace sentir más fuerte ante las «difíciles» decisiones. El viernes irá también al Consejo de Ministros la reforma local para evitar duplicidades entre administraciones. Y en las próximas semanas llegará la reforma para potenciar la unidad de mercado y la educativa. «Reducir el déficit público es un objetivo nacional», sentenció, en un nuevo llamamiento a comunidades y ayuntamientos a apretarse más el cinturón. Y a falta de que el miércoles, en el Pleno del Congreso, se conozcan algunos de los nuevos ajustes que irán al Consejo de Ministros, Rajoy insistió en el discurso de que su Gobierno es consciente de su responsabilidad, «no va a desmayar nunca». «Intentaremos, como hemos hecho hasta ahora, hacer las cosas de manera justa y equitativa».


Merkel aborda «en secreto» la ayuda a España
La canciller alemana celebró el viernes una reunión secreta, de dos horas de duración, con los jefes de los dos partidos con los que forma coalición para abordar las próximas ayudas financieras a España y Chipre, según reveló ayer el diario «Bild». La posibilidad de que la ayuda financiera al sistema bancario español se pudiera articular directamente y no a través del Estado ha generado gran controversia en Alemania.