Marruecos
El Gobierno lamenta pero no condena los sucesos de El Aaiún
El Ejecutivo prioriza el mantenimiento de la relación estratégica con Marruecos a los disturbios por cuestión de seguridad
El Gobierno esperará a conocer toda la información sobre lo sucedido en El Aaiún para condenar los sucesos de los últimos días, que se han cobrado la vida de un ciudadano español. Así lo confirmó ayer la ministra de Asuntos Exteriores, que compareció en rueda de prensa al término del Consejo de Ministros para pronunciar una declaración solemne sobre los sucesos acontecidos. A la espera de completar los datos, Trinidad Jiménez, que en todo momento mantuvo un tono severo, lamentó las circunstancias acaecidas, que calificó de «muy graves». Pero hasta ahí llegó su repudia, pese a que un ciudadano español ha perdido la vida en estos disturbios y a que miembros de la prensa española han sido expulsados de El Aaiún y de Marruecos.
Por si acaso, prefirió curarse en salud y aseguró que «no sabemos si se podrá acceder a unos datos finales que sean fiables», insistió para justificar la tibieza del Gobierno en su repudia a los acontecimiento ocurridos en el Sáhara Occidental. Acto seguido, recomendó actuar con prudencia en un conflicto, que «no es de carácter bilateral entre España y Marruecos, sino de alcance internacional, y en ese contexto debe resolverse».
Y es que la ministra, al igual que horas antes hiciera el presidente del Gobierno en Seúl, puso el énfasis en priorizar el mantenimiento de unas relaciones «adecuadas» con Marruecos, en aras a conservar la política estratégica alrededor del control de la inmigración, del terrorismo y de los intercambios comerciales. De ahí que abogara por mantener las relaciones «sólidas» existentes por razones de seguridad y porque Marruecos es un «socio clave» en la región.
Pese a la declaración de intenciones realizada por Jiménez, la propia ministra negó que el Gobierno español estuviera preocupado por el hecho de que Rabat le cerrara el grifo en algunos de estos puntos, después de años de trabar relaciones entre ambos estados.
Aunque se ha modulado la respuesta del Ejecutivo español, sus miembros han trasladado a sus homólogos marroquíes su «grave» visión de los hechos. Además, le han demandado una explicación convincente sobre los mismos, sin que al parecer llegue, según el relato realizado ayer por la propia ministra de Exteriores.
El Gobierno ha pedido ya a las autoridades marroquíes que esclarezcan «urgentemente» las circunstancias relacionadas con la muerte de saharaui con documentación española Baby Hamadi Buyema. Además, ha lamentado la expulsión de tres periodistas de la cadena Ser y ha pedido la restitución de la acreditación al corresponsal de Abc. En este sentido, el Ejecutivo espera evacuar en breve a los tres españoles que están localizados en la zona del Aaiún.
Jiménez eludió ayer comentar las polémicas declaraciones de Ramón Jáuregui en el Congreso de los Diputados sobre la soberanía de Marruecos respecto al Sáhara. Alfredo Pérez Rubalcaba confirmó que el martes de la próxima semana recibirá a su homólogo de Interior marroquí, con quien mantiene un contacto permanente sobre los últimos disturbios.
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