A falta de Copa Davis

Valencia- En Valencia todavía duele la polémica elección de Sevilla como sede para la final de la Copa Davis ante Argentina. Como «consuelo» les queda el Valencia Open 500, que esta semana celebra su tercera edición en el Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. El escenario impone. De la pista central, el campeón en 2009, Andy Murray, aseguró que era «como jugar dentro de una ballena» con 6.300 aficionados. El calendario, aunque la próxima edición se adelante una semana, permite que el torneo sea una cita ineludible para muchos «top 20» si quieren alcanzar la Copa Masters. En el cuadro principal hay varios de los candidatos a ocupar las tres plazas que restan por adjudicar para el Torneo de Maestros. Tsonga, Almagro, Monfils... Después de Valencia sólo quedará París para lograr el billete con destino al O2 de Londres. Antonio Martínez Cascales, además de ser el técnico que llevó a Juan Carlos Ferrero al número uno del mundo en 2003, es el director del torneo, el Manolo Santana de Valencia. Cascales presume: «Después de los ‘‘Grand Slams'' y los Masters 1.000 venimos nosotros. Estamos dentro de los veinte mejores torneos del circuito».
Los números lo ratifican. En premios supera los dos millones de euros y en su categoría sólo los petrodólares de Dubai y el pujante torneo de Pekín, que pronto se convertirá en Masters 1.000, son más generosos con los jugadores. Dos de ellos, que se estrenarán hoy, David Ferrer y Juan Carlos Ferrero, son copropietarios del torneo. Entre ambos poseen en torno a un 40 por ciento. No son un caso extraño. Djokovic, por ejemplo, es el dueño del que se celebra en Belgrado. Ferrer es el primer cabeza de serie, defiende título y lo hace en casa. En la que ha definido como la mejor temporada de su vida debutará ante Verdasco, uno de sus compañeros dentro de un mes en esa final de la Copa Davis que no se disputará en Valencia.