Los Mossos identifican a todos los «okupantes» del bloque de Verdum

BARCELONA – Los Mossos d'Esquadra se desplazaron ayer hasta el edificio de Nou Barris «okupado» tras la manifestación del 15 de octubre, con el objetivo de identificar a las personas que se encontraban en el interior, según informaron fuentes del movimiento squatter.
La visita se enmarca en el proceso judicial abierto por la «okupación» del inmueble, en el que se han instalado familias desahuciadas, y no supone la preparación del desalojo, explicaron por su parte fuentes de la Policía Autonómica, que actúan para realizar gestiones por indicación del juez.
Próxima declaración
Los «okupas» y los propietarios del mismo declararán en los próximos días, después de que el Juzgado de Instrucción 6 de Barcelona asumiera el lunes el caso, días después de que se presentara la denuncia. También comparecerán los abogados de las partes para informar sobre el desalojo, según el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
La denuncia de la propiedad del edificio de la calle Almagro número 2-4, «okupado» por simpatizantes del movimiento 15–M para entregarlo a familias deshauciadas, se presentó en los juzgados de Sant Boi de Llobregat, y después fue trasladada a los juzgados de Barcelona. El juzgado ya se coordinó con la Polícía, así como con el colegio de abogados para asignar los abogados de oficio que sean necesarios. Al edificio se habían trasladado diez familias, la mayoría desahuciadas por no haber podido pagar el alquiler, otra desalojada de otra casa que ocupaba y también una por impago de hipoteca, según explicó a Ep un miembro de la asociación 500X20 Salvador Torres.
Por otra parte, un grupo de jóvenes intentó ayer «okupar» un edificio del centro de Lleida, aunque fueron desalojados por los Mossos d'Esquadra, informaron fuentes del colectivo Casal Popular de Joves. Los jóvenes, que entraron en el edificio durante la noche, fueron desalojados por la Policía al mediodía.
Pretendían constituir el Casal Popular de Joves de Lleida en el número 87 de la calle Prat de la Riba, «abandonado desde hace años», dijeron. Querían hacer de este inmueble de cuatro plantas «un espacio de encuentro de jóvenes, asociaciones y movimientos sociales donde poder ejercer los sueño, de una manera anticapitalista».