Autonomías

Injusticia con Zaplana por Iñaki Zaragüeta

La Razón
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Las verdades duelen. Sólo así comprendo algunas reacciones a mi gallinero del domingo, en el que censuraba a quienes imputaban, en mi opinión injustamente, el origen de la situación actual de la Comunitat al mandato de Eduardo Zaplana. Y digo que injustamente, porque ya hace diez años que se marchó y lo hizo dejando a nuestra región en una situación que nada tiene que ver con la actual. Con su recuerdo, tras una década, están reconociendo el impacto de su gobernación, con bastantes más éxitos que fracasos.
Si hace dos días me refería a los reproches lanzados por quienes se frustraron por las derrotas electorales infligidas por él -léase PSPV y algunos críticos, incluidos medios de comunicación, alejados ideológicamente de los postulados populares-, ahora he de referirme a sus propios correligionarios, algunos de los cuales dirigen a Zaplana los dardos de su propia incapacidad. Me recuerda a aquella frase del verdadero Pío Cabanillas en el ocaso de UCD «cuerpo a tierra que vienen los nuestros». Si tiene poco sentido culpabilizar a Gobiernos anteriores, menos aún hacerlo sobre los de tu propio partido.
A lo que iba. Quienes citan a Zaplana como origen de sus deficiencias, deberían recordar que la Comunidad, especialmente Valencia, carecía de postal, lo que hoy se llama imagen. Apenas pintaba algo. Después y como consecuencia de su legado, ha ocupado un lugar de privilegio en el marco nacional y en el extranjero. Que ahora esté un poco peor que la mayoría, nada tiene que ver con Zaplana. Así es la vida.