Un método científico reduce a la mitad el tiempo de entrada a los aviones

Uno de los momentos críticos de todo viaje en avión es el abordaje al aparato. Después del control de pasaportes, los arcos de seguridad y la tediosa espera frente a la puerta de embarque, el proceso se culmina con una cola que avanza lentamente entre encontronazos y retenciones mientras cada pasajero intenta encontrar hueco en los compartimentos para el equipaje de mano. Un proceso que, además, tiene que llevarse a cabo en un estrecho pasillo.

Las compañías se organizan normalmente para que el embarque se efectúe de forma ordenada: primero la clase preferente, luego las últimas filas, para culminar con las filas delanteras y evitar así los atascos.

Todo este caótico proceso podría venirse abajo tras el estudio presentado por el astrofísico Jason Steffen. Según su análisis y los resultados de sus experimentos, llevados a cabo en un «Boeing 757», el tiempo podría reducirse drásticamente. Se probaron consecutivamente cinco métodos de embarque con 72 pasajeros de diversas edades. Con los métodos de optimización estudiados se consiguió una reducción significativa en la duración del embarque, lo que podría conllevar un significativo ahorro económico para las compañías aéreas.

El azar, mejor que el proceso actual
La idea surgió en la mente del científico hace dos años, pero recientemente se puso manos a la obra para llevar su teoría a la práctica, según describe el blog de tecnología «FayerWayer».
 Steffen comparó cuidadosamente los dos procesos de abordaje principales: entrar al aparato al azar en un completo desorden, o acceder según un plan preestablecido.

El científico descubrió que hacer que la gente se suba en desorden es en realidad más rápido que subir por bloques. El problema de los bloques es que hace que se generen atascos ya que todos los pasajeros intentan guardar su equipaje al mismo tiempo y en un espacio limitado. Al azar, la gente está en diferentes lugares en un mismo momento.

El método de Steffen plantea un nuevo órden. Depende de los números de fila y de asiento (ventana, fila central o pasillo) que en las secciones del avión. El plan da preferencia primero los pasajeros que están sentados en la ventana de un lado del avión y en filas alternas (1, 3, 5, etc.). A continuación, se permite el abordaje a los pasajeros del otro lado del avión. Después los que están sentados en el centro (dependiendo del tipo de avión), para dar paso a los que están en el pasillo (primero un lado, después el otro). Y finalmente lo mismo, pero para las filas pares (2, 4, 6, etc.).

En base a esta organización todo el mundo tiene suficiente espacio para moverse, no se generan embudos en los pasillos y, como los de la ventana y los del centro ya están sentados, los pasajeros junto al pasillo no tienen que levantarse para que accedan los demás a su asiento.

El informe de ocho páginas ha sido presentado en la Revista de Gestión del Transporte Aéreo.