Interior

Troitiño pudo ser vigilado

Las palabras del responsable de Interior acerca de que no se puede vigilar a un hombre libre como Troitiño pueden provocar risa en unos y llanto en otros.

La Razón
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Porque no se puede reaccionar de otra manera al escuchar cómo el titular de Interior, presunto responsable de que todos los españoles podamos ser controlados, se pone estupendo, en plan garantista, al apelar a los derechos de un miembro de ETA. Además, varios argumentos contradicen la afirmación de que es ilegal controlar al etarra en cuestión. El más importante que, recurrida la excarcelación por la Fiscalía de forma casi inmediata, Interior tenía todas las razones para haber procedido a la observación e incluso a la detención preventiva del ahora fugado. Además, seguir a una persona no es un delito siempre que se respeten sus derechos fundamentales. En caso contrario, los detectives no podrían trabajar legalmente, ni los policías, los guardias civiles y miembros del CNI que se dedican a perseguir y rondar a presuntos delincuentes para atraparlos en el momento oportuno. El otro argumento del PSOE para defender la inacción de Interior consiste en comparar la fuga de «Josu Ternera» durante el Gobierno de Aznar con la de Troitiño. Nada que ver, pues el primero era diputado autonómico y, para mayor escarnio, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco, a cuyas sesiones acudía con normalidad hasta que, inopinadamente, desapareció el día que debía haber declarado ante el juez por un asunto aparentemente menor.