Estados Unidos

La Liga Árabe sanciona a Siria

Le impone restricciones económicas sin precedentes por la brutal represión. Se restringen vuelos y no habrá transacciones con el Banco Central Sirio

Vista de la reunión de emergencia de ministros de la Liga Árabe sobre Siria en El Cairo
Vista de la reunión de emergencia de ministros de la Liga Árabe sobre Siria en El Cairolarazon

ISLAMABAD- A excepción de Líbano, por su hermandad política con Siria, y de Irak, por su estrecha relación comercial, el resto de los países árabes rubricaron ayer la lista de sanciones económicas que le serán impuestas al régimen de Bachar Al Assad por haber ignorado la última oportunidad de sellar la paz. En una reunión extraordinaria del organismo panárabe en El Cairo, los veintiún ministros de Exteriores árabes –Siria ya fue suspendida de formar parte de la Liga– aprobaron ayer un paquete de medidas para presionar al régimen sirio para que ponga fin a la brutal represión que mantiene contra los civiles desde hace ocho meses.

El paquete de sanciones incluye la suspensión de las transacciones con el Banco Central Sirio y de la financiación árabe de proyectos en Siria. Este paso sin precedentes de la Liga Árabe fue interpretado como una «traición a la solidaridad» árabe por parte del presidente Asad. El documento establece la prohibición de los viajes de altos responsables sirios y de los vuelos de las aerolíneas sirias al resto de países árabes, excepto en el caso de los aviones de mercancías. También se impide cualquier transacción comercial y gubernamental a través de los bancos centrales árabes, que deberán vigilar los giros bancarios, salvo los que envíen los trabajadores sirios en el exterior a sus familiares. Y se estipula el bloqueo de los fondos financieros del Gobierno y los responsables sirios de acuerdo con una lista de nombres que deberá elaborar una comisión.

A las presiones de la Liga Árabe se suman las de la Unión Europea y Estados Unidos para que han impuesto varias rondas de sanciones contra el régimen de Asad, entre ellas la prohibición de importar petróleo sirio.

Algunos analistas advierten de que el aislamiento a Siria podría conducir al país a una guerra civil. En la ciudad de Homs, epicentro de las revueltas de la oposición, crece cada día el sentimiento sectario que se ha traducido en una guerra de pandillas rivales que llevan a cabo secuestros en represalia, minorías que huyen hacia lugares más seguros y vecinos demasiado atemorizados para andar por las calles. «El aumento de los ataques sectarios en Homs podría extenderse a otras partes del país», han advertido funcionarios estadounidenses. Según publicó recientemente la BBC, la inseguridad, y la creciente violencia en Siria ha llevado a muchos civiles a tomar las armas para defenderse o unirse al Ejército Libre Sirio. Muchas de estas armas pasan de contrabando por la frontera con Líbano y se venden a más de 1.000 euros.

Por otra parte, una comisión de la ONU sobre Siria presenta hoy las conclusiones de su trabajo, que será la síntesis más completa y mejor documentada que exista hasta la fecha sobre las violaciones de los derechos humanos que se registran en ese país desde hace nueve meses y que rondaría las 4.000 víctimas mortales.


«El régimen seguirá luchando»
El presidente sirio, Bachar Al Asad, parece lanzarse al abismo. Mientras la Liga Árabe le imponía las duras sanciones económicas y comerciales, declaraba que las fuerzas del régimen seguirán luchando contra los «terroristas» en el país. «No habrá tolerancia con ellos, les seguiremos por todas partes», aseguró Asad durante un encuentro con estudiantes universitarios en el que afirmó que el Ejército ha propinado «golpes contundentes y decisivos a los terroristas».


OCHO MESES DE REPRESIÓN
INICIO DE REVUELTAS
El 15 de Marzo se organizan las primeras manifestaciones, convocadas a través de la red social Facebook.
EL CONFLICTO
El régimen de Asad comienza a reprimir cualquier intento de cambio o reforma. Cada día mueren manifestantes.
LAS PRESIONES
La UE y la ONU denuncian la brutalidad de Asad y aplican sanciones económicas para ahogar y aislar a Damasco.
CALLEJÓN SIN SALIDA
Bachar Al Asad desoye las voces internacionales que reclaman el cese de la violencia y continúa la represión. Ayer, 28 muertos más.