Argentina
El coleccionista de balones
Higuaín, que ha conseguido dos «tripletes», vive su mejor arranque de curso desde que llegó al Madrid
Madrid- Al acabar el partido contra el Betis, Gonzalo Higuaín se dirigió al árbitro para que le entregara el balón. El trofeo que se había ganado con sus tres goles. Su tercer «triplete» en los últimos cuatro partidos. Es su mejor arranque de temporada desde que llegó al Madrid. Pero antes de coleccionar balones, Gonzalo tuvo que pelear mucho para que alguien creyera que tenía derecho a vestir la camiseta del Madrid. De nada que el fútbol fuera para él tan natural como la propia vida. Por culpa del fútbol nació en la ciudad francesa de Brest, donde fue a jugar su padre después de pertenecer a Boca y antes de fichar por River. Tampoco le sirvieron como aval los dieciséis goles y dieciséis pases de gol que dio en los 41 partidos que disputó con el primer equipo de River.
Higuaín fue siempre un futbolista sospechoso. Sospechoso de ser un relleno en los fichajes de invierno de la temporada 2006/2007. Con él llegaron Gago y Marcelo. Uno era el nuevo Redondo y otro tuvo que pelearlo el Madrid con Monchi, que lo quería para el Sevilla. Por Higuaín, el Madrid no tuvo que pelear con nadie. Fue sospechoso después por no saber rematar. Le costaba marcar goles. Sólo consiguió dos en su primera media temporada, pero su esfuerzo fue decisivo para que el Madrid de Capello ganara aquella Liga.
En su primera temporada con Cristiano Ronaldo en el Madrid marcó un gol más que el portugués y 19 más que Benzema, que había llegado para dejarlo en el banquillo. Uno de los pecados de Higuaín es que lo fichó Ramón Calderón en aquella época en que no se podían fichar «Cristianos» ni «Kakás». Pero desde que llegó no ha parado de evolucionar. Cada año ha conseguido más goles que el anterior. Menos el pasado, cuando lo frenó una hernia de disco justo antes de que el Madrid perdiera 5-0 en el Camp Nou. Ahora ya le comparan con Raúl. Por sus ganas y por sus goles, más que por su fútbol. «Raúl no era delantero centro puro y creo que Higuaín se ha especializado en ser primer delantero. Curiosamente, cuando llegó no era delantero centro, pero ha terminado siendo un delantero muy efectivo», explica Emilio Butragueño.
Cuando llegó, cada mano a mano con el portero era un suplicio. Ahora, domina el cara a cara. «Los tres goles contra el Betis le fortalecen mucho más, aparte de cómo los ha marcado. Los dos últimos fueron de gran categoría. El segundo, con el único control posible y luego sobre la línea dispara con precisión. En el tercero podía haber elegido muchas maneras, pero elige definir con la mayor clase. Estamos muy contentos por él», añade Butragueño. Es decir, ha conseguido superar las salidas de los porteros de maneras diferentes. En el segundo que marcó al Betis, con un regate y un remate casi sin ángulo. En el tercero, con una vaselina.
Ya no tiene que despejar dudas. Ahora, colecciona balones.
Agüero es su suplente
Gonzalo siempre ha sido muy valorado en Argentina y en los últimos años con la selección de su país ha sido titular casi siempre que ha estado en perfectas condiciones. Los seleccionadores de la albiceleste, Maradona, Batista y Sabella, han contado con él por delante de jugadores como el «Kun» Agüero o Carlos Tévez. Y es que Higuaín siempre responde.
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