La nueva vida de Diallo

Hasta ahora actuábamos como si supiésemos todo de Nafissatou Diallo, la mujer a la que supuestamente intentó violar Dominique Strauss-Kahn en el Hotel Sofitel de Nueva York. O, al menos, era lo que creíamos, a pesar de que nunca le habíamos visto ni siquiera el rostro. Desde el momento en que se supo de la detención de Strauss-Kahn, con todo el dramatismo con el que se hacen las cosas en Estados Unidos, la vida de Nafi, como la llaman sus amigos, cambió por completo. A principios de semana supimos cómo es su rostro gracias a la entrevista que concedió en exclusiva a la cadena de televisión ABC. De pelo liso, con cicatrices de acné y aspecto de más edad de los 32 años que tiene, Nafissatou Diallo (que se pronuncia: na-fi-sa-tu di-a-lo) ha dejado claro que si su vida va a ser una montaña rusa, al menos será ella la que esté al mando del coche mientras sube y baja de forma vertiginosa.

La mujer de múltiples vidas
La historia de la guineana se puede contar de muchas maneras: es la pobre víctima que vive en el Bronx; es la mujer que ha parado los pies a uno de los más poderosos del mundo; es una inmigrante que lucha por abrirse camino a toda costa en EE UU; es una extranjera que ha mentido al Departamento de Inmigración; es una mujer que sólo se preocupa de su hija o es una supuesta prostituta. Nafi se presentó en la ABC y se sirvió de otra entrevista que ofreció durante tres horas a «Newsweek» para explicar su versión y poner fin a todas las especulaciones sobre su vida. En los periódicos de Estados Unidos y Europa se ha opinado sobre el barrio del Bronx donde vivía, su estatus migratorio, sus relaciones personales, la posibilidad de que sea prostituta y tenga sida, su sueldo en el hotel, sus errores con Hacienda o sus orígenes en África. Y todo el mundo sabe también lo que supuestamente le obligó a hacer el ex director del FMI, Strauss-Kahn.
En la entrevista que concedió en las oficinas de su abogado a la revista, Nafissatou indicó que nunca nadie antes la había llamado prostituta. También se aclara la supuesta conversación telefónica que tuvo con un amigo que está en la cárcel. Y se explica que el que la Fiscalía entendiese que la joven dijo que quería sacar el máximo partido a Strauss-Kahn se debe a un error de traducción en la transcripción. Si bien es cierto que durante la entrevista con el periodista ofrece vagas respuestas de cómo llegó a Estados Unidos, también hay que destacar que no duda cuando explica lo que supuestamente ocurrió el 14 de mayo en la habitación 2806 del Hotel Sofitel.

El escrutinio ha sido tan feroz que los vecinos de Nafissatou Diallo han pedido a los periodistas que hacen guardia en la puerta de su casa que se marchen. También se lo han pedido a sus compañeros de trabajo, los fotógrafos, que tienen cámaras apostadas en las inmediaciones del hotel por si acaso a la guineana se le ocurriese en algún momento aparecer por allí. El jueves estuvo en un centro religioso en Brooklyn, el Centro Cristiano Cultural en la Avenida Flatlands, para presentarse al resto de los periodistas y la gente que la ha apoyado durante los dos últimos meses y medio. En la entrada de esta megaiglesia de la zona de Nueva York Este, una de las más deprimidas de Brooklyn, Nafissatou explicó: «Estoy aquí porque la gente me ha llamado cosas muy malas. Muchas cosas que se han dicho de mí no son ciertas», aclaró la guineana que fue presentada por el pastor del centro, el reverendo A. R. Bernard. «Yo y mi familia estamos sufriendo mucho. Lloramos cada día» explicó la joven que no sabe leer ni escribir en ningún idioma. La próxima vista de Strauss-Kahn ante el juez es el próximo 23 de agosto. Hay especulaciones de que la Fiscalía ha valorado retirar los cargos a pesar de que creen el testimonio de la joven. Pero sus dudas acerca de cómo presentarla como una persona fiable tras sus mentiras a Inmigración han hecho tambalear el caso. Su abogado, Kenneth Tompson, ha asegurado que demandarán a Strauss-Kahn. Ocurra lo que ocurra, está claro que este caso será largo y complicado. Y también que sea lo que sea lo que pasó en la habitación 2806 el sábado 14 de mayo ha cambiado la vida de Nafissatou para siempre.