El PP se conforma con la autoinculpación y no exigirá la dimisión al presidente

Y, por eso, si Camps se autoinculpa, al PP no se le pasa por la cabeza tensar la cuerda e intentar forzar también su dimisión. La dirección nacional está «harta» del ruido valenciano, tan cansada como para que se empiece a hablar de «perder la paciencia». Ayer el portavoz de Justicia del PP, Federico Trillo, se desplazó hasta Valencia como comisionado de Génova para atar la salida que evite que Camps tenga que someterse a un jurado popular. En Madrid quieren zanjar este asunto cuanto antes, después de más de dos años arrastrándolo, pero también siguen convencidos de que ni ha tenido un coste electoral para el partido, ni tampoco lo tendrá en el futuro aunque el líder regional tenga que rectificar su versión y declararse culpable para no someterse al desgaste del juicio. «No vamos a ofrecer la cabeza de Camps de ninguna manera si él se autoinculpa», sostenían ayer tarde en Génova una vez que se iban despejando algunos de los obstáculos a esa posible salida. El PP alega que una dimisión de un presidente regional tiene un coste de dimensiones no controlables en la organización a la que afecta, y más cuando ésta, como es el caso, anda inmersa en un proceso de ajuste y reorganización que Génova quiere ir avanzando sin soluciones traumáticas –como ejemplo se apunta a la Diputación de Castellón o de Alicante–. Otro de los argumentos que utilizan en Génova para justificar que se conformen con la solución pactada sin cobrarse la cabeza política de Camps es el de que no pueden entregarle ese «premio» al PSOE «sólo por tres trajes» cuando en sus filas «hay casos de corrupción de «relevancia mucho mayor». Por elevación apuntan al vicepresidente Manuel Chaves y hacia «sus escándalos familiares y de gestión». «Si todo sale como pensamos, Camps agotará la Legislatura y luego, ya se verá», afirman.

Un «complot» de Rubalcaba
El presidente de Las Cortes Valencianas, Juan Cotino, acusa al candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, de ser el responsable del «complot» y la «cacería» contra Francisco Camps, procesado en la llamada «causa de los trajes» del «caso Gürtel». En un artículo publicado ayer en su blog, Cotino destaca que es un «acoso y derribo que dura más de dos años, una cacería en la que los hombres de Rubalcaba: el ministro Bermejo, el juez Garzón y el comisario González, diseñan, por orden del susodicho, un plan para difamar» a Camps.