El Cairo
La cúpula de los rebeldes sirios se traslada de Turquía a Siria
La cúpula del rebelde Ejército Libre Sirio anunció hoy que se ha trasladado de Turquía a Siria en un gesto para reforzar su presencia en el país mientras siguen los actos de violencia, que amenazan con desestabilizar la región.
El "número uno"del ELS, el coronel Riad al Asad, anunció en un vídeo difundido por internet el cambio de base de la Comandancia, que a partir de ahora estará en "zona liberada"con el objetivo de "comenzar pronto el plan de liberación de Damasco".
El traslado, según los rebeldes, ha sido posible ya que han tomado el control de ciertas zonas, sobre todo en el norte del país y en la frontera con Turquía, tras enfrentarse a las tropas gubernamentales, que siguen asediándolas.
El subcomandante en jefe del ELS, Malek Kurdi, declaró a Efe que los altos mandos de los insurgentes podrán dirigir a partir de ahora sus operaciones con mayor libertad y "sin las restricciones de las leyes turcas".
Además de justificar el traslado "porque en Turquía tenían los movimientos limitados y por respeto a las autoridades turcas", Kurdi manifestó su interés en que esta decisión aumente la moral de sus combatientes y debilite la de sus adversarios.
En los últimos meses habían surgido divergencias entre las dos principales facciones del Ejército Libre Sirio: la que luchaba desde el interior de Siria y la que -liderada por Riad al Asad- dirigía las operaciones bajo la protección de Ankara.
Sobre estas diferencias, Kurdi aseguró que reforzarán sus contactos con las brigadas del interior. Con su llegada a territorio sirio, la cúpula rebelde quiere afianzar su posición en una etapa que consideran decisiva para derrotar al presidente sirio, Bachar al Asad.
Sin embargo, los combates continúan a diario sin que se vislumbre el final del conflicto, que desde marzo de 2011 ha causado unos 25.000 muertos en todos el país, según datos de la ONU.
Precisamente hoy, los activistas Comités de Coordinación Local denunciaron la muerte de al menos 104 personas, 45 de ellas en Damasco y sus alrededores, y 33 en la provincia septentrional de Alepo.
Los insurgentes se enfrentaron hoy con dureza a las tropas gubernamentales en varios puntos de Alepo como en la aldea de Al Bazmo, donde murieron once soldados y cinco rebeldes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Las fuerzas leales al régimen continuaron bombardeando esta y otras localidades cercanas, así como la misma ciudad de Alepo, considerada el corazón económico del país.
Allí, en el barrio de Al Moyasar, nueve personas de una misma familia perdieron la vida por bombardeos del Ejército, que también combatió a los rebeldes en otras zonas del país.
Mientras tanto, en la frontera entre Siria y Jordania, guardas fronterizos jordanos arrestaron a un grupo armado sirio con el que se enfrentaron esta mañana, informaron fuentes gubernamentales jordanas, que no dieron más detalles.
Los incidentes violentos son cada vez más frecuentes en la frontera con estados fronterizos que acogen a un número creciente de refugiados sirios. En el Líbano, donde existe el temor a un posible contagio del conflicto sirio, el Ejército denunció hoy haber sido atacado por rebeldes sirios en una zona limítrofe del valle de la Bekaa.
Según un comunicado de la Comandancia del Ejército libanés, un grupo de insurgentes atacó un centro militar libanés sin causar víctimas y luego se dio a la fuga. En medio de estos actos de violencia, el Consejo de Coordinación Nacional (CCN), el principal grupo de la oposición interna en Siria, denunció hoy que los servicios de inteligencia del régimen sirio mantienen detenidos a tres de sus dirigentes que habían desaparecido el pasado jueves.
Los arrestados son el jefe de la Oficina de Relaciones Exteriores, Abdelaziz Jayer; el miembro del Comité Ejecutivo Iyas Ayash, y el dirigente Maher Tahan. Los dos primeros habían regresado de una visita a Pekín, mientras que el tercero había ido a buscarles al aeropuerto, a cuya salida fueron detenidos.
El portavoz de este grupo Jalaf Dahud pidió su inmediata liberación e indicó a Efe que, con esta acción, el régimen pretende hacer fracasar la conferencia que mañana, domingo, tienen previsto celebrar una veintena de fuerzas de la oposición interna en Damasco para intentar hallar una solución pacífica al conflicto.
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