Galicia
Griñán defiende las diputaciones en contra de los dirigentes del PSOE
Tampoco es partidario de la supresión o fusión de algunos de los 771 ayuntamientos de la región
MÁLAGA- El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, defendió ayer el mantenimiento de las diputaciones provinciales, cuya existencia han cuestionado en las últimas semanas los máximos responsables del PSOE –José Blanco, Felipe González y, el último, el candidato de la formación a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba–. Según el presidente andaluz son «instrumentos de aprovisionamiento de servicios a municipios que de otra manera no los tendrían».
Para no contradecir del todo a los dirigentes del PSOE , admitió la necesidad de «cambiar alguna función de las que desarrollan ahora mismo», y apeló a la conferencia política que celebrarán los socialistas en el mes de septiembre como el foro adecuado para debatir el futuro de estas administraciones supramunicipales.
Tras reunirse en la capital malagueña con representantes del sector turístico de la Costa del Sol, el jefe del Ejecutivo andaluz mantuvo que las diputaciones provinciales «deben ser como una gran mancomunidad o ayuntamiento de ayuntamientos, como se ha planteado alguna vez» y añadió que «la pregunta tal vez deba ser si es sólo eso, debe ser más, o debe ser menos».
Griñán tampoco parece muy dispuesto a eliminar o fusionar ayuntamientos en la región. Sobre esa posibilidad –voces dentro del PSOE también abogan por replantear el mapa municipal, como por ejemplo Manuel Chaves– señaló que «es un debate que no existe, porque sólo hay 771 municipios, que es prácticamente sólo el doble de una provincia como Burgos».
En este sentido, defendió que en la comunidad autónoma «casi todos los municipios tienen su entidad y su dimensión, y las aldeas funcionan con un marco de referencia que es el ayuntamiento correspondiente».
Arenas y la reforma «global»
Por su parte, el presidente del PP-A, Javier Arenas, cuestionó ayer la permanencia de las diputaciones provinciales para defender la necesidad de acometer una «reforma global» de la Administración Pública que, a su juicio, pasa por definir el modelo «idóneo» que ha de sustentar a los gobiernos supramunicipales.
Pese a que no apostó abiertamente por su supresión, consideró que el modelo actual «no nos lo podemos permitir», por lo que abogó por un pacto entre todos los partidos políticos para abordar su futuro.
Tras recordar que las diputaciones «están constitucionalizadas, por lo que no es un debate sencillo», el también vicesecretario de Política Local y Autonómica de los populares consideró que todas las comunidades autónomas deberían haber acometido una «restauración» de su administración periférica a través de las propias diputaciones.
Se trata, según Arenas, de un «error histórico», ante el que incidió en que «nadie discutiría en estos momentos el propio papel de estas instituciones si toda la administración periférica de la Junta en las provincias se hubiera articulado a través de las diputaciones».
En este punto, reconoció que el actual modelo de Administración pública «no se puede soportar» y volvió a subrayar la necesidad de abordar reformas que pasen por suprimir gastos superfluos. En ningún caso, recalcó, esos recortes pasarán por «políticas prioritarias como la Educación, la Sanidad o los Derechos Sociales».
Medidas del PP para apoyar a los consistorios
El PP propondrá que la devolución que los ayuntamientos tienen que hacer al Gobierno de la liquidación a cuenta del Presupuesto de 2009 se haga en diez años y no en cuatro, tal y como está estipulado, debido a la situación financiera en la que se encuentran las entidades locales. Así lo acordaron ayer en una reunión mantenida en Benahavís (Málaga) con alcaldes de la provincia, en la que también participó el presidente del PP-A, Javier Arenas. Los populares consideran que los consistorios tienen que hacer frente a esta devolución «por errores en el cálculo del Ministerio de Economía».
Reaparición tras sus vacaciones en Galicia
Tras su estancia en Lugo, el presidente volvió a la actividad política en un chiringuito de Málaga. Allí se reunió con los empresarios del sector; después, participó en la suelta de cinco tortugas boba en alta mar recuperadas previamente en centros autonómicos. También tuvo tiempo para arremeter contra el PP por criticar sus vacaciones en el norte de España y no en la región: «A mí me daría vergüenza convocar una rueda de prensa para decir semejante tontería», aseguró.
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