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«Ser activo ayuda a controlar la artritis»
Como uno de los grandes expertos en investigación sobre artitris reumatoide, el jefe de la Unidad de Ensayos Clínicos de Reumatología del Hospital Universitario Karolinska de Suecia, Ronald van Vollenhoven, da algunas pistas para controlar la patología. Hace hincapié en la importancia del ejercicio para mantener activas las articulaciones.
¿Existen diferencias sustanciales entre una artritis detectada en una persona joven y otra de avanzada edad?
No hay diferencias en realidad. El curso de la enfermedad varía de leve a moderado o severo en todos los grupos de edad. La patología que a veces es denominada «artritis reumatoide juvenil», en los niños sí que es diferente, por lo que debería llamarse «artritis inflamatoria juvenil». Pero en jóvenes adultos o personas mayores la artritis reumatoide es la misma, por lo que comparten los mismos síntomas.
¿Qué posibilidades de freno y recuperación pueden contemplarse según el momento en que se diagnostique la patología?
Desafortunadamente no existen ninguna garantía de que podamos detener la enfermedad, pero gracias a las nuevas terapias (las biológicas) cada vez observamos que más y más pacientes se hallan bajo control.
¿Qué tipos de tratamientos se emplean para frenar la artritis y facilitan una rehabilitación más efectiva a largo plazo?
Todos los que existen en el arsenal terapéutico, tanto los tratamientos «convencionales» (conocidos como los corticosteroides y el metotrexato) y las nuevas terapias biológicas.
¿Hasta qué punto el ejercicio físico queda apartado de una persona con artritis?
No, es todo lo contrario. Es decir, un estilo de vida activo y una serie de ejercicios específicos, adaptados al estado de las articulaciones, es muy importante. Para ello, la ayuda constante de un terapeuta resulta imprescindible para hacer los ejercicios de una manera correcta.
En el abordaje de la artritis reumatoide, ¿qué novedades pueden contribuir a mejorar el pronóstico de la enfermedad?
Todavía hay nuevos tratamientos que se encuentran en pleno desarrollo y también estamos mejorando a la hora de utilizar los medicamentos que ya existen en el botiquín, pero de forma más óptima y de manera individualizada para cada paciente.
¿Qué hábitos de vida ha de evitar un paciente con artritis para cuidar su patología y no agravarla?
Hay tres cosas que recomendamos de forma absoluta: no fumar, llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio físico según las recomendaciones indicadas por los especialistas. Con estas sencillas pautas hay un mejor control.
¿Por qué parece que existen más casos ahora que hace unos años?
En la actualidad, hay una mayor concienciación sobre la enfermedad y quizá los pacientes se atreven a hablar sobre ella de una forma más abierta. Los medios de comunicación, por su parte, también han influído, ya que han reconocido la importancia que tienen estas enfermedades.
En la actualidad, ¿se hacen pruebas de marcadores de pronóstico de la enfermedad?
Sí, tenemos algunos marcadores de pronóstico, pero ¡nos gustaría tenerlos mejores! Los que se usan de forma más frecuentemente son los análisis de sangre (para comprobar el factor reumatoide, el anticuerpo antipéptido cíclico citrulinado –anti-CCP–); los rayos X (para ver la progresión del daño); y algunas veces marcadores genéticos (los llamados «epítopes compartidos», un marcador genético que da un pronóstico peor).
¿Qué patologías asociadas pueden agravar la enfermedad?
A menudo si el paciente llega a sufrir un proceso infeccioso, la artritis puede empeorar con el tiempo. Por eso se ha de vigilar ese tipo de patologías.
¿Qué ha supuesto la aparición de las terapias biológicas en la calidad de vida del paciente?
Para muchos enfermos, las mejoras en el control de su patología han supuesto un cambio radical en sus vidas. Han visto como la calidad es mejor y posibilita actividades antes imposibles.
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