La llegada inminente de Cesc Fàbregas al Barcelona había dejado en el aire el futuro de Thiago Alcántara. Los rumores sobre su futuro se habían multiplicado en las últimas semanas a causa de las ofertas que habían llegado a las oficinas del club. Todo parece haberse cortado de raíz tras el anuncio ayer de la renovación del jugador hasta 2015 –tenía firmado hasta 2013– y el aumento de su cláusula de rescisión de 30 hasta 90 millones de euros .
El futuro de Thiago parece ahora más ligado que nunca al Barcelona. Guardiola ya le comunicó en el mes de enero que la próxima temporada gozaría de su confianza y pasaría a tener ficha del primer equipo. Aquel empujón se vio refrendado ayer con la firma de su nuevo contrato. «Nunca dudé sobre si Thiago se quedaría o no. El club nos ha llamado siempre y nos ha dado esa tranquilidad y esa seguridad», comentaba Mazinho, su padre, tras el acto protocolario en las oficinas del club.
La renovación de Thiago también puede leerse en clave de mensaje del club a todos los que habían expresado sus dudas a la compatibilidad del hispanobrasileño con Cesc Fàbregas, que podría rubricar su regreso a Barcelona en los próximos días. Un mensaje al siempre activo entorno barcelonista, que ahora deberá mirar hacia otro lado para buscar argumentos.
La continuidad de Thiago supone cerrar uno de los muchos temas que siguen encima de la mesa de la secretaría técnica. Uno de ellos continúa siendo el fichaje de Alexis Sánchez, a tenor de lo que dijo ayer Gino Pozzo, hijo del propietario del Udinese, club en el que milita el chileno. «Las negociaciones con el club azulgrana siguen y con calma encontraremos la solución. La voluntad del jugador es ir al Barcelona, no hemos tratado con el City», dijo.