Valladolid

«El Viti» medio siglo de alternativa

El mismo día que Santiago Martín "El Viti"se doctoró en tauromaquia -Madrid, 13 de mayo de 1961- el séptimo arte perdió a una de sus figuras más queridas y populares, el actor Gary Cooper. Una estrella se fugó del cine al tiempo que emergió un astro para el firmamento taurino: toda una reencarnación.

El mismo estilo sobrio y ayuno de artificio que desplegó Frank James Cooper a lo largo de un centenar de películas, desparramó "El Viti"en las más de 1.200 corridas de toros que despachó en los ruedos de España, Francia, Portugal e Hispanoamérica entre ese 13 de mayo de 1961 y el 16 de septiembre de 1979, fecha de su retirada, en el coso de Valladolid.

Integridad, caballerosidad y la galanura propia de una espigada figura proyectaron Cooper y Santiago Martín, el primero en filmes como "Sangre y Oro"y "Sólo ante el peligro", y el segundo de blanco y oro -el terno que ciñó durante su alternativa- y en la más completa soledad -con estoque y muleta-, ante unos 2.500 toros.

Tres Óscar llegó a reunir el actor de Montana y tres buenas series de tres pases naturales cada una -en faena de ajustado metraje- recetó el mozo de Vitigudino (Salamanca) el día de su doctorado al toro "Guapito", negro zaino, de 520 kilos y herrado con el número 18 en la ganadería charra de Alipio Pérez Tabernero Sanchón, que le cedió Gregorio Sánchez en presencia de Diego Puerta.

Fue un sábado de mayo, en la tercera corrida de la Feria de San Isidro: dos horas y cuarto de una ceremonia que acabó con dos orejas en el esportón del diestro salmantino y su primera salida por la puerta grande de Las Ventas de las catorce que logró cruzar como matador de alternativa, una cifra no igualada hasta la fecha dentro de la historia de la tauromaquia en la primera plaza de Madrid.

Algo menos de una veintena de pases, entre ellos varios ayudados por bajo para hacerse presente, enjaretó "El Viti"a "Guapito"hasta dejarlo junto al tiro de mulillas después de un pinchazo y un volapié que le valió la primera oreja de una fecunda y exitosa ejecutoria consagrada al clasicismo de la Edad de Plata del toreo que le precedió, y que custodió hasta casi los años ochenta del XX.

"Un natural. Dos. Tres. ¿Qué ha sucedido? ¿Qué rumor es ese que se escucha? ¿Son las ramas de las encinas agitadas por el aire? No. Son aplausos. Cálida ovación. Los tres naturales han sido impresionantes, dotados de un temple especial que pudiéramos llamar temple salmantino (...) Caricia de temple", esculpió en letra de molde el célebre y castizo crítico Antonio Díaz Cañabate (1898-1980) en la crónica que, un día después, firmó para el diario "ABC".

El festejo se retransmitió por Televisión Española, lo que sin duda contribuyó a agigantar, desde el primer momento de su ejecutoria, la figura del matador charro, quien junto a sus compañeros de terna procuró "Una tarde memorable", según tituló en su crónica, para el diario "La Vanguardia", el crítico de TVE y de RNE Manuel Lozano Sevilla (1907-1982).

"Lucidísima, pues, ha resultado la alternativa de este muchacho ("El Viti"), quien si la suerte le acompaña, como de veras deseamos, se convertirá en figura, en gran figura del toreo. Sin duda", pronosticó con acierto Lozano Sevilla.

La Agencia EFE (Cifra) no se quedó atrás ni en sus vaticinios ni tampoco en sus elogios, y en la crónica que remitió a sus abonados calificó el primer trasteo del toricantano como una "faena perfecta", con la que "El Viti"alcanzó "un ruidoso triunfo y dejó muy bien impresionado al público".

"Al que cerró plaza, de Escudero Calvo, grande y pegajoso, le pisó en terreno comprometido y lo toreó con mucho temple sobre la mano derecha"antes de sacrificarlo de una estocada contraria que le valió su segunda oreja y el derecho a trasponer el umbral de la Puerta de Madrid y, con el paso de los años, del Toreo en mayúscula.

El toro de Escudero Calvo, cuya ganadería compró al día siguiente (14 de mayo de 1961) a Rufino Calvo un aprendiz de ganadero llamado Victorino Martín, atendía por "Molinero", era cárdeno, pesó 580 kilos y llevaba el número 31 en los costillares, según el programa de mano que la empresa de Las Ventas distribuyó ese día.

Un total de catorce cogidas de hule dibujan en las carnes de "El Viti"la geografía del dolor, la difícil senda del toreo y el camino de la gloria de quien, a título de anécdota, llegó a torear en Casablanca (Marruecos), donde Gary Cooper no pudo alternar en el Rick's Cafe ni a deleitarse con las notas del piano de Sam.