Cataluña

Opacidad en la Agencia Catalana del Agua

n Sus trabajadores temen un ERE que se está gestando sin mediar consulta. También denuncian situaciones de «precariedad» laboral

La Razón
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BARCELONA- Pocas empresas públicas de la Generalitat presentan una situación tan delicada como la Agencia Catalana del Agua (ACA), cuya deuda se eleva por encima de los 1.000 millones de euros. Es un problema gigantesco por sí solo, pero no el único de este organismo público, cuyo director, Leonard Carcolé, tiene cada vez más frentes abiertos. Uno de ellos está relacionado con la plantilla de la ACA, que se teme un ERE en los próximos meses a pesar de que la dirección está intentando ocultar los detalles.

Así lo denuncia Alfons Barceló, presidente del comité de empresa de la ACA. Según este representante de los trabajadores, la empresa Deloitte está redactando un informe para reducir la plantilla. No duda de que ya se conocen algunas conclusiones y lamenta que se hayan elaborado sin pedir la colaboración de los empleados. «La dirección de la ACA no nos ha querido dar ninguna información», afirma Barceló, muy crítico con la opacidad de este proceso que acabará, no lo duda, con una reducción de la plantilla de 620 trabajadores.

El interrogante es saber qué porcentaje de los empleados se va a llevar por delante la ACA. En este punto sólo existen informaciones sin confirmar. «Se habló del 40 por ciento de la plantilla en un primer momento, luego de un 18 por ciento, pero no lo sabemos. Sólo sabemos que la cosa está fastidiada», dice el presidente del comité de empresa. Hasta el momento se han practicado aproximadamente 25 despidos, en su mayoría a partir de prejubilaciones.

El ERE en ciernes, por supuesto, es el principal motivo de preocupación de los trabajadores del ACA, aunque en los últimos meses han tenido que soportar varias situaciones que, en su opinión, denotan «la precariedad» de la empresa pública. Decenas de coches que usan los inspectores de la ACA han estado un largo tiempo sin ser revisados; las condiciones de limpieza de sus oficinas han empeorado hasta el punto de que tan sólo dos empleadas realizan estas funciones; y usar la impresora, así como otros materiales de oficina, se ha convertido en un lujo.
Los trabajadores sospechan que la austeridad que ha comenzado a implantarse en la plantilla no es la misma que están aplicándose los cargos directivos y exigen respuestas. «¿Qué están haciendo?», se pregunta Barceló sobre los directivos de la ACA.

Tensión
Carcolé fue nombrado en febrero de 2011 para reconducir una empresa pública que arrastra una deuda enorme desde hace años. Pero hasta la fecha, la ACA no ha hecho más que colocarse en el centro de la polémica, sobre todo debido a la implantación del canon del agua, que ha elevado la tensión con las compañías suministradoras al máximo nivel. También hay municipios en Cataluña cuya irritación va en aumento por la gestión de la ACA.