Acoso a los políticos

Atrincherados en la catedral de La Almudena

La Policía desaloja a 27 personas que se habían encerrado en el templo para protestar contra los desahucios

Atrincherados en la catedral de La Almudena
Atrincherados en la catedral de La Almudenalarazon

MADRID- Tras protagonizar en los últimos meses numerosas manifestaciones, protestas y ocupaciones de edificios, los afectados por los desahucios hipotecarios buscaron ayer un lugar emblemático de la capital para hacerse oír. Alrededor de las 18:30 de la tarde, una treintena de ellos se encerró en la catedral de la Almudena. La pretensión de los encerrados era permanecer dentro del templo todo el fin de semana hasta el lunes, día en el que hay convocada una manifestación a las 20:00 horas desde Ópera hasta Banco de España para reivindicar el derecho a la vivienda y la paralización de los desahucios. Sin embargo, una hora antes de medianoche, la Policía procedió a su desalojo.

Los agentes de la Unidad de Intervención Policial desplazados hasta el templo identificaron a un total de 29 personas en el interior –dos de ellas eran niños– y a otras cuarenta, que desde el atrio, apoyaban con pancartas la ocupación, informaron fuentes policiales. Una vez identificados, y al no haber presentado denuncia la Archidiócesis de Madrid, todos ellos procedieron a marcharse de la catedral.

El encierro había comenzado cuatro horas y media antes. Con el paso de los minutos, y una vez que la seguridad privada de la catedral es consciente de la protesta, comenzó a «vaciar» el templo de turistas y fieles. Mientras, en el exterior, los miembros de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas comenzaron a extender pancartas en la reja exterior: «Iniciativa Legislativa Popular. Dación en pago». Otra de las telas desplegadas cargaba contra la banca: «Roban a los trabajadores y los echan de sus casas».

Acto seguido llegaron las furgonetas de los antidisturbios, que garantizaron que nadie más pudiera introducirse en el recinto de la catedral. A pesar de la presencia policial y de un grupo cada vez más numeroso de personas en apoyo del encierro, en ningún momento hubo riesgo de que el episodio desembocara en disturbios. Sólo hubo algo de tensión en el momento en el que los policías procedieron a la identificación de las personas que se encontraban en el exterior, al solicitarle el DNI, y cuando, minutos después, se vieron obligados a dejar libre el tramo de la calle que linda con la fachada de la catedral.

Desalojo pacífico
Con el exterior ya bajo control, la prioridad pasó a ser entonces lo que ocurría dentro del templo, ya que el hecho de que los encerrados estuvieran desperdigados dificultó su identificación. El desalojo se produjo de forma pacífica y sin ningún tipo de incidente. Según la plataforma PAH, los encerrados no llegaron a un acuerdo con el personal de la Archidiócesis de Madrid que acudió a negociar con ellos para que abandonaran la catedral. «Los encerrados tenían el firme propósito –explicaron desde la citada Plataforma a través de un comunicado–, de continuar con su acción hasta ser recibidos por representantes cualificados del Ejecutivo central y del poder judicial, así como por el gobernador del Banco de España y por la Defensora del Pueblo».

 

APOYADOS POR EL «CURA ROJO»
Entre las personas que apoyaron desde el exterior de la catedral de la Almundena el encierro de los afectados por los desahucios hipotecarios se encontraba el «famoso» párroco de San Carlos Borromeo. La conocida como «iglesia roja» de Madrid ha protagonizado en los últimos años varios encontronazos con la jerarquía de la Iglesia por su «mensaje alternativo». Especialmente notoria fue la misa que celebró en 2007, tras ser cerrada la parroquia a la liturgia, a la que asistieron reconocidos ateos de la cultura y la política.