Acuciada por su mala gestión económica y las decisiones erróneas, la Junta de Andalucía recibió ayer el respaldo del Gobierno de la nación para anticipar los fondos que palíen pagos, compromisos y deudas. Los anticipos que solicitaba Griñán tendrán curso, según palabras en las Cortes de Montoro, a través del Fondo de Liquidez Autonómica. La fotografía del momento señala que antes de fin de año, la comunidad debe afrontar el pago de 1.500 millones sólo en refinanciación de deuda pública. Además, los datos de déficit calculados a julio de este ejercicio, ya indican que nuestra región se encuentra próxima a superar el 1,5% de objetivo para el conjunto de todo el año. Con estas circunstancias, y un paro del 30%, que permanece velado a la opinión pública ante la imponente presencia de otros indicadores económicos (prima, déficit, etc), el PSOE debe evitar la confrontación con el Gobierno del PP para obtener no sabemos qué réditos políticos. Esta actitud también cabe exigirla al ministerio de Hacienda y por ende al resto del Gobierno, tentado, si lo estuviera, de marcar diferencias con el resto de España. Ambas administraciones lejos de enfrentamientos de parvulario, deben considerar que la prioridad es el ciudadano y la convivencia. De tal forma, deberían, incluso, establecer planes conjuntos de adecuación de las estructuras estatales –gobierno y autonomía– para afrontar los recortes necesarios y defender el servicio público por el bien de los millones de andaluces.