Compromís
Les Corts ofrecen en comisión su cara más vergonzosa
La Comisión de la Mujer dejó ayer uno de los capitulos más grises del parlamentarismo valenciano.
VALENCIA-Los diputados de Les Corts Valencianes son ilustres... según el tratamiento oficial que el protocolo obliga. Pero algunos parecen que lo tienen no más que nominalmente por la condición y no por la esencia de su ser.La crispación política, sobre todo de la última legislatura, ha convertido el hemiciclo parlamentario, en demasiadas ocasiones, en un patio de colegio, a veces, incluso en un mercado, pero el nivel al que se sumergió ayer al Parlamento, era inédito en la historia del mismo.Se debatía en la Comisión de la Mujer y las políticas de igualdad la más que peculiar reprobación del síndico socialista Ángel Luna, y como si de Robert Mitchum se tratara, con él llegó el escándalo.La diputada socialista Consuelo Català acusó a las populares de seguir los 18 puntos que conforman los postulados de la sección femenina de la Falange, algo que algunas diputadas del PP, como Yolanda García, no habían oído en su vida. Demostró su conocimiento de los mandatos de la organización joseantoniana cuando aludió a la «disciplina, disciplina y disciplina» y a ser «las ruedas del carro y deja a quien deba ser la dirección».Pero la discusión llegó a mayores cuando intervino la diputada de EU, Marina Albiol, y leyó las escabrosas declaraciones de las periodistas de Canal 9 denunciantes del ex secretario general de Canal 9 por acoso sexual, sin importarle que la esposa del susodicho formara parte de la Comisión y estuviera presente en la sala.La presidenta de la Comisión, Verónica Marcos, le pidió que no siguiera cuando la aforada ya había aludido a los órganos genitales de denunciante y denunciado. El PP fue unánime en resaltar , afearle y chillarle su falta de «categoría humana» por someter a tal escarnio, en público, a una compañera de Parlamento, algo en lo que coincidieron las diputadas socialistas tras la Comisión, no sin reconocer que era el PP el que provocaba esta situación con la «ridícula reprobación de Luna».Pero como era de esperar, la vergüenza acabó de imprimirla la diputada de Compromís, Mónica Oltra, quien hizo un llamamiento a ser adúltera e instó a las «populares» a hacer el amor para estar más relajadas. Entrará en los anales, con perdón, del parlamentarismo.
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