La Comunidad se arma ante posibles crisis alimentarias y de salud pública

Valladolid- Castilla y León refuerza sus mecanismos antes posibles problemas en la cadena alimentaria y sanitaria. Y lo hace a través de dos nuevos instrumentos, que se pondrán en marcha durante los próximos meses: el gabinete de crisis de salud pública y el comité de control oficial de la cadena alimentaria.
Así lo apuntó el consejero de Sanidad de la Junta, Antonio María Sáez Aguado, quien mantuvo una reunión con el presidente del Consejo General de Veterinarios de España, Juan José Badiola, que participará en ambos órganos.
El consejero defendió la necesidad de que la asistencia sanitaria y la veterinaria estrechen lazos, a la par que recordó el potencial del sector agroalimentaria castellano y leonés, lo que se demuestra con los 560 profesionales veterinarios de la Comunidad, el plantel más amplio en una comunidad autónoma española.

Comunidad líder
En ese sentido se expresó también Juan José Badiola, quien argumentó que los servicios veterinarios de Castilla y León están «a la cabeza» en España, y son «potentes», si bien remarcó la necesidad de «mantenerlos, mejorarlos y actualizarlos para hacer frente a la situación de futuro abierta a cualquier cuestión».
Reforzar y modernizar los servicios veterinarios, por tanto, han de ser, a juicio de Badiola, objetivos fundamentales para la Junta, porque «hay mimbres» para liderar esta rama médica en nuestro país, más aún, apuntó si se tiene en cuenta que su industria agroalimentaria es una de las más potentes de España.
El presidente de los veterinarios españoles indicó que el 60 por ciento de los patógenos que afectan a los humanos proceden de los animales, a la par que aportó otro dato: en un 90 por ciento de los casos podrían emplearse como arma bioterrorista, si bien, este asunto está más presente, dijo, «en otras latitudes».
Badiola dijo que las garantías sanitarias y veterinarias son cada vez más exigidas a la hora de adquirir alimentos, para afirmar, en este sentido que «Castilla y León tiene que ser un ejemplo para el resto, de manera que los problemas que vengan sean controlados», concluyó.

Voluntad de acuerdo
En cuanto a las negociaciones con los sindicatos para aplicar un aumento de la jornada laboral semanal en 2,5 horas, el consejero manifestó que la Junta ha defendido que los médicos trabajen dos tardes al mes o una tarde y un sábado hasta completar las 37,5 horas semanales. Si bien, confió en que se desconvoquen los paros anunciados en el sector.
El consejero explicó que concretará su oferta tras las elecciones sindicales en la administración pública del próximo día 24.