El Parlament abre la puerta a votar por la independencia de Cataluña

La Mesa del Parlamento de Cataluña admitió ayer a trámite una iniciativa popular (IP) que persigue la convocatoria de un referéndum para que «la nación catalana se convierta en un Estado de derecho independiente». Un informe favorable de los letrados del Parlament bastó para que CiU, ERC e ICV dieran su apoyo a una IP que pudo prosperar al amparo de la ley de Consultas, aprobada en Cataluña el pasado mes de marzo. Ya entonces, el consejero de Gobernación, Jordi Ausàs (ERC), aseguró que esta norma permitiría plantear una consulta soberanista. Tres meses después de la entrada en vigor de la ley de Consultas, la IP impulsada por la Coordinadora Nacional para la Consulta sobre la Independencia superó ayer su primer paso parlamentario. Las reacciones se desataron durante toda la mañana en el Parlament y oscilaron entre la euforia de ERC, la ambigüedad de CiU e ICV y el rechazo de PP, PSC y Ciutadans.Un proceso «irreversible»El presidente de Esquerra, Joan Puigcercós, quiso dar aires de solemnidad a su comparecencia ante la Prensa para proclamar que «Cataluña ha iniciado un proceso irreversible hacia la celebración de un referéndum oficial». «Contra el Tribunal Constitucional, referéndum. Contra el centralismo, democracia», sentenció. Ahora, ERC centrará todas sus energías en conseguir las 220.000 firmas necesarias para que la IP siga su curso en el Parlament. Cumplido este objetivo, será suficiente con que la mayoría de la Cámara catalana –CiU y ERC suman– quiera seguir adelante.Puigcercós explicó que dará instrucciones a todos los cuadros de Esquerra para que prioricen «incluso por delante de la actividad electoral la recogida de firmas para poder celebrar el referéndum».El portavoz parlamentario de CiU, Oriol Pujol, practicó la ducha escocesa, alternando el agua caliente con el agua fría. Tras dar su apoyo en la Mesa a la IP, CiU aseguró que «no quiere participar demasiado de este engaño monumental», ya que la ley de Consultas está condicionado a que el Gobierno autorice el referéndum, una posibilidad que los nacionalistas no contemplan como factible.Pujol justificó el voto a favor de CiU en la Mesa por el informe de los letrados, pero subrayó que la prioridad de su formación sigue siendo la lucha contra la crisis y no las aventuras soberanistasPP, PSC y Ciutadans anunciaron que recurrirán al Consejo de Garantías Estatutarias y vertieron críticas contra los que han permitido que la IP eche a andar. La presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, pidió al presidente de la Generalitat, José Montilla, que rompa con sus socios del gobierno tripartito, ERC e ICV, si no quiere ser «cómplice» de la propuesta de referéndum. Avisó, además, de que si CiU gana las próximas elecciones «lo primero que hará en Cataluña será un referéndum para la separación del resto de España».El portavoz del PSC, Miquel Iceta, consideró la decisión de la Mesa como un «error en el fondo, la forma y el momento» y afirmó que es «inconcebible» que el Parlament promueva una propuesta así cuando el Tribunal Constitucional (TC) «aún no se ha pronunciado» sobre el Estatut. Finalmente, Albert Rivera, exigió al PP que se comprometa a no pactar con CiU tras las elecciones.

ANÁLISIS. Un salvavidas para Esquerra-¿Quién busca patrimonalizar la consulta soberanista?– Sin duda, ERC a pesar de que la iniciativa popular (IP) ha sido impulsada por la Coordinadora Nacional para la Consulta sobre la Independencia, cuyos rostros más reconocibles son Uriel Bertran y Alfons López Tena. Esquerrra ha encontrado en esta IP una oportunidad perfecta para liderar el proceso de recogida de firmas y sacar pecho por su contribución a la causa independentista. Los republicanos confían en que la tramitación de la IP les permita remontar varios puntos en las encuestas.- ¿Por qué CiU e ICV han votado a favor de la admisión a trámite de la IP?– Sus argumentos se basan en el informe favorable de los letrados del Parlament. Ahora bien, CiU asegura que no quiere dar mucha cuerda a este proceso que demostrará la ineficacia de una ley de Consultas que los de Artur Mas no apoyaron porque obliga a la Generalitat a pedir permiso al Gobierno para convocar referendos. CiU se compromete a reformar esta ley.