Ataque por decreto por Ana PASTOR

El día doce de mayo el presidente Zapatero anunció el mayor y más duro recorte del Estado del Bienestar de nuestra democracia. Hoy desgraciadamente el anuncio es ya un hecho. Bajada sin precedentes de los salarios de todas las personas que trabajan en el sector público: maestros, médicos, enfermeras, policías, bomberos…Recorte a los pensionistas haciendo del Pacto de Toledo, del que todos nos sentimos orgullosos, papel mojado. Recortes en la atención a la dependencia. Recortes en las ayudas por nacimientos de hijos. Castigo a uno de los sectores más estratégicos no sólo desde el punto de vista social sino también uno de los más dinámicos de la economía como es la sanidad. Resulta ciertamente cínico que se argumente que vamos a salir de la crisis reduciendo el salario a los profesionales sanitarios. Hay que reducir el déficit público, por supuesto, pero recortando y ajustando donde haya despilfarro, inoperancia, ineficacia o ineficiencia. Hay que tener un Plan de reformas a corto, medio y largo plazo, incluida la reforma laboral. No se pueden ir poniendo parches para salir del paso. La política económica no se puede parchear. Nuestra credibilidad, mejor dicho, la credibilidad del Gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero está por debajo de cero. Las medidas son injustas, innecesarias e improvisadas. No se puede reducir el déficit a costa de los más débiles. El recorte del gasto social y de los salarios de los empleados públicos además de injusto como lo es también la bajada de las pensiones, no es el remedio para volver a crecer económicamente y así generar empleo y riqueza. Hoy la sanidad por culpa del Gobierno socialista está más en crisis que ayer, porque las medidas tomadas para el sector sanitario acrecientan los problemas en vez de resolverlos, porque atacar a los profesionales sanitarios no es el modo ni la manera de resolver la sostenibilidad del sistema sanitario, como tampoco lo es, atacar a nuestras farmacias y a todo el sector innovador sanitario. Tanto hablar de Pacto, ¡dónde está, dónde ha quedado el Pacto!